Debimos sospechar que esto pasaria, aunque no tan rápido. Bienvenidos al periodismo ciudadano Kane, en el que Kane no es el empresario, sino al revés. Ciudadano Kane es el lector, el que decide qué quiere encargar que se investigue. Y el que paga, por supuesto.
La idea se le ha ocurrido a un tal David Cohn. David tiene 26 años, es californiano y periodista, pero como los tiempos están muy difíciles ha decidido dejar de escribir curriculums y ofrecer sus servicios directamente al ciudadano. ¿Quieren ustedes un periodismo veraz, independiente? ¿no se quejaba usted de que los periódicos no hablaban de los temas que realmente afectan a la gente de la calle?. Pues tendrá esos temas. David se lo contará. Pero primero pase por caja.
El proyecto de Cohn consiste en un blog de periodismo local de la bahía de San Francisco, donde escribe historias por encargo de los lectores, que a su vez ofrecen pequeños donativos para la supervivencia de esta página informativa-participativa. No está mal, Obama se inventó algo parecido para combatir la potente maquinaria de recaudación de los Clinton y juntó para unos ahorrillos.
Y una última pregunta. Si la historia que encarga el ciudadano no confirma sus expectativas, ¿presionará al periodista para que ofrezca una versión acorde con sus intereses? Y si ni por esas le hace caso ¿le dirá: estás despedido?
Como siempre, en este negocio la última frontera es la honestidad. Y eso lo marcamos nosotros. Pague quien pague y caiga quien caiga.
Y Felices Fiestas