viernes, 1 de marzo de 2013

Más noticias y menos clicks

Todos fuimos modernos y aún hoy apostamos por el periodismo 2.0. El hipertexto,  el blogger periodista, el periodismo ciudadano, el twit como notícia, el periodismo digital, el ciberperiodista, el periodista multiplataforma, el periodista-orquesta...Nos pudo el ego y pensamos que en cuatro días arreglaríamos el mundo -nuestro mundo, el periodismo-  solitos, enterrando lo viejo, matando dinosauros y siendo los más cool del ciberbarrio. Tocaba un nuevo periodismo. Nos lanzamos a por clicks, enlaces, followers...Para eso había que ser más osados, más creativos, más arriesgados, forzar ese titular casi casi hasta la media verdad, y a veces hasta la casi media mentira...clicks, más clicks, venga más tráfico que así nos contratarán más anuncios y pagaremos las nóminas a final de mes.

Tras seis años de efervescencia ocurre que no hemos encontrado ni un solo modelo de negocio estable. Probablemente, como dice Lluís Bassets en su nuevo libro "El último que apague la luz" no habrá un modelo de negocio en mayúscula, sino múltiples maneras de hacer negocio como se pueda. Cada medio deberá encontrar su camino, y quizás, cuando la situación económica repunte, podremos empezar a encontrarnos por ahí, y entonces, ufanos, diremos que la senda ya está trazada.

Mientras tanto sólo nos queda lanzar piedras. Llevamos diez años buscando el artefacto tecnológico que nos saque de la crisis y todavía no hemos comprendido que lo mejor que podemos hacer los periodistas es seguir intentando lo mejor que sabemos hacer: buscar noticias. más noticias y menos clicks, porque por mucho que nos sigamos, nos repliquemos, conversemos analicemos, opinemos y revisemos hasta el infinito el último video o el último audio, sin noticias contrastadas sólo habrá ruido, opiniones, confusión y, eso sí, mucho bla bla bla. Y todavía alguno confundirá esto con una nueva edad dorada del periodismo.

Lanzar piedras, sí, que no pedradas. Y lo mejor que saben lanzar los periodistas son noticias. Puras y duras noticias. Sin noticias no habrá contenidos dignos por los que pedir un euro, ni siquiera 0,99 céntimos.

Las agencias de noticias lo saben mejor que nadie. No hay mejor twit ni mejor click que una buena exclusiva. Una noticia -ojo, no confundir noticia con una declaración- entra como un torpedo en la panza de un submarino, como un libre directo en el que el portero, cuando mueve el primer músculo, ya tiene la pelota alojada en la red. Una buena noticia no necesita ser forzada, ni ser creativa, ni ser "trending topic". Una buena noticia lanzada por una agencia se inyecta en la vena del sistema sin necesidad de que los palmeros digitales la "calienten" en la red y la repliquen hasta el infinito. Una noticia de verdad calla el mundo, el resto sirve para generar ruido.

El otro día una periodista de Ansa enmudeció el mundo cuando lanzó la exclusiva de la abdicación del Papa. No necesitó un twit, ni colgarlo corriendo en facebook. Simplemente sabía latín y tenía un teléfono a mano para verificarlo por otras fuentes...pero nadie cogía el teléfono al otro lado. "Vamos, lo has escuchado con tus orejas" Lanzó el teletipo y el mundo se quedó sin habla.

Simplemente había que estar allí, saber latín y tener la suficiente sangre fría para, primero, intentar verificar lo que le parecía haber oido y, segundo, confiar en lo que se estaba oyendo y tener la certeza de que todos los años de preparación, de asistir a ruedas de prensa importantes o insulsas, de haber lanzado miles de urgentes, de flashes, habían valido la pena. Sólo quedaba convencer a su redactor jefe de que había oído y entendido bien. Y este tuvo el sentido común de que, aunque todas las pantallas de los medios rivales estaban en blanco, aunque no había ni un sólo twit al otro lado del Pacífico que lo estuviera diciendo, creer en los ojos y en los oídos de la veterana periodista que estaba en el lugar de los hechos.

La periodista se llama Giovanna Chirri, es la corresponsal en el vaticano de la agencia italiana Ansa y es un milagro que a su edad su empresa la siga enviando a cubrir ruedas de prensa. Eso sí, las agencias de noticias siguen enviando a periodistas a los sitios y ella era la única de la sala que sabía latín. Toda una patada de la cultura al ciberespacio. Una revancha del periodismo vintage ante tanto punto y tanto cero. Las declaraciones hacen mucho ruido. Las noticias hacen callar al mundo...Aunque sea por un instante.


jueves, 7 de febrero de 2013

Periódicos como agencias, agencias como periódicos

Es curioso esto de internet y los medios de comunicación. Parecía en su momento que la gratuidad de las noticias y las múltiples posibilidades de distribucion de internet acabarían con las agencias. Somos apocalípticos, ya se sabe. Internet no va a acabar con las agencias de noticias, pero, desde luego, está acabando con su modelo tradicional y estable de negocio.

Y aquí empieza lo interesante, porque lo que aprecio es un recorrido inverso entre los periódicos -primer cliente de las agencias en el anterior modelo- y las propias agencias. Podríamos resumirlo con una frase: Los periódicos se acercan al modelo informativo de las agencias de noticias, mientras que éstas tantean el modelo de negocio de los periódicos.

Me explico. Los periódicos se hacen más agencias: compiten con éstas en rapidez, en difusión, en multiformato, en alertas, urgentes, avisos... Por su parte, las agencias están perdiendo su modelo de negocio basado en periódicos que pagan de forma estable una cuota fija por recibir noticias. No es que los periódicos ya no necesiten noticias de agencias -al contrario, en su mayoría tienen menos plantilla para cubrir información- sino que,, simplemente, desaparecen más que se crean, y los que resisten, se fusionan, presionan a las agencias para bajar tarifas
o directamente se dan de baja para irse a la más barata.

Es ahí que las agencias se ven en la tesitura que los periódicos vivieron a finales de los ochenta y en los noventa. Como los diarios perdían lectores gradualmente fiaron su viabilidad económica a la publicidad, y cuando la pérdida de lectores era ya inexorable, acudieron a las promociones de libros, dvd's, vajillas y otros objetos de lo más dispar. Con esto han ido tirando, de momento....

Pero hablemos de las agencias de noticias. En los últimos diez años las agencias han perdido sus dos activos de referencia: el monopolio de la distribución y la rapidez informativa. Ambas virtudes desaparecieron con internet. Por si esto no era poco, en los últimos cinco años ha ido perdiendo sus "lectores de pago"; es decir, los medios de comunicación, y especialmente los periódicos, que han ido abaratando sus costes de agencias, dándose de baja o bien desapareciendo del mercado.

Las agencias han intentado adaptarse a los nuevos tiempos. Apostaron por el multimedia, pero resulta que los periódicos ya estaban haciendo lo propio, con sus propios recursos y con los bajos costes que le da internet. Apostaron por el video, pero, al menos en España, la ansiada TDT sólo trajo más fusiones y cierres de cadenas. Apostaron por las alertas, pero, para qué engañarnos, eso también lo podían hacer, con sus propios medios y a costes bajos, los diarios, las radios, las televisiones.

Y he aquí el punto de no retorno. Visto el panorama, a las agencias no les queda otra que recorrer el camino que en su día hicieron los periódicos, a la espera de que éstos resistan la crisis y encuentren su propio modelo de negocio. Mientras que los periódicos exploran el modelo informativo de las agencias, las agencias han empezado a explorar el modelo comercial de los periódicos; es decir, la búsqueda de patrocinios, convenios comerciales y la venta al por menor de sus servicios informativos mediante bloques patrocinados por empresas. Sí, han leído bien: empresas, porque las administraciones públicas, antiguas benefactoras de las agencias de noticias, están ahora ocupadas en poder pagar sus nóminas a maestros, médicos y fuerzas de seguridad.



martes, 22 de enero de 2013

Café, postre y teletipos

No lo explicaré con la gracia de Quim Monzó, pero vale la pena contarlo. Un restaurante de Washington ha cerrado un acuerdo con AP por el cual junto a la factura del menú te traen otro ticket con las últimas noticias impresas de esta agencia de noticias.

El medio que cita Monzó, el PrintSignal, asegura: "La idea es ver si boletines de noticias de última hora pueden ser una atención hacia el cliente y al mismo tiempo convertir a los millares de impresoras que hay en los restaurantes en una nueva impresora a nivel mundial. El boletín de noticias da las más importantes del momento, sobre todo las que se hayan producido durante la comida".

Aún sabiendo que este proyecto tiene un futuro incierto, el hecho de que las agencias de noticias estén pensando constantemente en cómo rentabilizar un negocio cuya materia prima, la información, se ha depreciado al céntimo -y a veces ni siquiera eso- es una buena noticia por sí misma, una ventana de esperanza de que no todo está perdido aún. El mundo será un mundo mejor si está mejor informado, incluso si te sirven las noticias en tinta negra junto a una taza de café. Te dejo el enlace


http://www.lavanguardia.com/54361808257/index.html

Teletip@os (Teletipo nómada)

Porque busqué por ahí un blog que sólo hablara de agencias de notícias.



teletipeando

Explicar historias complejas con fórmulas sencillas. Escribir menos sin dejar de explicar más. Calidad = credibilidad