Sí. Y tienen más futuro que presente. Pero
hay trabajo por hacer. Si el periodismo vive un proceso de reconversión, las
agencias de noticias deben evitar seguir funcionando como los altos hornos. Toca
adaptarse a los nuevos tiempos, aunque resulta difícil hacerlo cuando no se
sabe con certeza ninguna de las cinco w de lo que se nos viene encima. Pero si
las agencias quieren seguir existiendo cuando acabe esta década, habrá que dar
pasos más o menos en este sentido:
En el negocio en general:
1- No más
dudas: el futuro es internet. Las agencias de noticias deben
aspirar a ser en el campo de la información en internet lo que Google es a las
búsquedas: sencillamente, el referente más creíble, útil e inmediato. Y por
este orden. Internet es una inmensa autopista de información en la que las
agencias deben ocupar el carril central, donde la velocidad es constante y los
extremos quedan a un lado. Cuando uno ocupa el carril central, no hay forma de
que te adelanten.
2- No más
dudas: el presente inmediato ya es internet. El mercado
de la prensa ha sido el pilar de las agencias durante los últimos 80 años. Aún
lo es, pero fiar esta realidad a cinco años vista es como creer que nuestros
hijos seguirán cobrando la paga del abuelo hasta los treinta. Ni el satélite,
ni las ondas, ni el papel. Internet es el terreno de juego donde se jugará las
castañas el periodismo de agencia. Internet debería ser para las agencias el
hábitat natural en lugar de un bosque inquietante. ¿Y por qué?
internet pide inmediatez, información fiable y difusión global e
instantánea....pues bienvenidos al mundo en el que las agencias han vivido desde
siempre. Si hay un medio de comunicación llamado a liderar la información en
internet, las agencias deberían estar ya en pista. El problema es que aún hay muchos periodistas
de agencias que creen que el abuelito llegará a los ciento cincuenta años. Yo
era uno de ellos, pero....
En el mercado de medios de comunicación:
1-Velar por
las bajas, pero salvar a los supervivientes. Si
continúa el actual proceso de fusiones y concentraciones de medios, el
resultado final será menos clientes a los que abastecer de noticias. Las
agencias deben enfocar su mercado de medios de comunicación en los que
sobrevivan, preguntarles qué necesitan y ofrecérselo a un precio justo. Nos necesitamos mutuamente.
3- Ser atractivas
y útiles. Las agencias deben seguir siendo las
principales fábricas de producción global de noticias, pero deben priorizar
urgentemente la creación de aplicaciones inteligentes que empaqueten este
chorro de información en soluciones atractivas y útiles para los medios. Las
agencias deben presentar sus servicios como Ikea empaqueta sus productos:
listos para montar y usar. Por supuesto, habrá quien prefiera el producto ya
montado. Tranquilos, Ikea también lo hace a cambio de un sobreprecio razonable.
¿Por qué no pueden hacerlo las agencias?
4-Pago por
uso. Las agencias seguirán ofreciendo paquetes globales de
noticias a los clientes que lo necesiten, pero deberá crear plataformas de pago
por noticia para quienes deseen seleccionar sólo aquello que necesiten. Ello
obligará a desarrollar plataformas innovadoras y tecnológicamente sencillas de
comprender. Cada noticia, foto, video, documento de archivo o corte de voz debe
monetarizarse a un precio que pueda pagar desde un medio local a un usuario
individual. Además, el consumo de cada noticia será un dato de la utilidad
social de la misma.
5- Líderes
globales, aliados locales. Las agencias deben ser los líderes
globales de la información mundial y los aliados interesados de la información
local. El mundo es global, pero las agencias deben intentar salvar lo poco o lo
mucho que quede de la información local -donde algunos opinan que radica el
único futuro posible del periodismo- ¿Cómo? colaborando. Las agencias deben
llegar a acuerdos de colaboración e intercambio con medios de prestigio locales
para que las primeras incluyan en sus servicios las mejores historias de las
segundas y al revés. Ya que en un tiempo no vamos a poder intercambiar dinero,
intercambiemos tráfico, una especie de mercado de futuros para cuando la
publicidad se sienta definitivamente cómoda en internet. Las agencias no pueden existir sin los medios
y no pueden permitirse que desaparezca ni el más modesto periódico de barrio.
Aquí no sobra ni el último céntimo.
6-
Plataformas de veracidad. Las agencias ya no tienen el
monopolio de la distribución, pero deben jugar fuerte sus oportunidades como
plataformas de jerarquización y de verificación de contenidos. Las agencias
deben actuar de reguladores de tráfico de información contrastada y actuar como
prescriptoras de todo aquel contenido informativo de relevancia que ha sido
verificado y contrastado, incluido el del bloguero solitario, si se adecúa a
estos requisitos. Hay que construir canales potentes de información incluyendo
a terceros bajo el paraguas de la marca propia. Se trata de invitar a los medios que comparten
un compromiso con la información responsable a viajar juntos por ese carril
central. Sin prepotencias ni paternalismos, mediante un contrato basado en dos
premisas innegociables: el periodismo responsable y el mutuo provecho económico
En el mercado de instituciones y empresas:
1- Ser un vehículo
limpio: en la autopista de internet las agencias
deben ofrecerse como el vehículo limpio que transporte no sólo la información
de actualidad contrastada, sino también la información responsable. En
concreto: las agencias deben ofrecerse a empresas, entidades e instituciones como el vehículo más fiable
para transmitir sus acciones en materia de responsabilidad social corporativa,
patrocinios y mecenazgo.
2-La
publicidad no mancha. Las agencias pueden compatibilizar
la transmisión de noticias con la de información de RSC patrocinada. El valor
de la marca de una agencia es la credibilidad, y ésta puede ser alimentada por
ambas estrategias. La única condición reside en avisar a los clientes de que
tal información es una información patrocinada, y recordar que su inclusión en
el servicio ha pasado por un control previo de idoneidad desde el punto de
vista de la responsabilidad social corporativa. Las agencias ya no pueden vivir
de espaldas a las corporaciones, sean públicas o privadas, si existe un objetivo común de crear
riqueza colectiva. La sensatez va a ser rentable en los próximos años.
3- Informar
e inspirar. El mundo de la segunda década del XXI
necesita inspirarse en algo. Nunca se han vendido más libros de autoayuda, de
yoga y de autorrealización como ahora. El mundo busca en qué inspirarse, las
cosas están tan mal que existe un mercado para las buenas noticias y las agencias
deben aspirar a conquistar este mercado. Hay que superar el sagrado precepto de
que sólo las malas noticias son noticia y reconocer que existe una necesidad
histórica de confiar en un mundo mejor. En definitiva, las agencias pueden
seguir construyendo su marca con informaciones creíbles, responsables e
inspiradoras. La cosa está tan mal que las buenas noticias empiezan a ser
escasas, y donde hay escasez hay demanda, y donde hay demanda hay un nicho de
mercado.
4- El buen
periodismo cuesta dinero. Intentemos que pague un tercero.
Hay que cobrar hasta por un breve, pero si hemos acostumbrado a la sociedad a
no pagar por informarse, difícil será volver atrás. Las agencias deberán
aceptar publicidad y patrocinio si quiere seguir pagando a sus periodistas por elaborar
una información por la que el lector no está dispuesto a pagar. Pueden y deben
ponerse filtros: publicidad de RSS, patrocinios, mecenazgos, aportación de fundaciones,
entrada en el capital de otros medios de comunicación… no es un escenario pequeño.
Habrá que detallar a los clientes que se trata de una información con patrocinio,
pero o el dinero cae del cielo o del estado de turno –cosa relativamente
complicada en estos tiempos- o cada vez será más difícil cubrir las noticias con un periodista sobre el terreno. Y esto es, precisamente, el contrato más honesto que las agencias pueden ofrecer a sus clientes.
Y Feliz 2012, con un poco de suerte.