viernes, 27 de marzo de 2009

Una tragedia para la democracia

El Senado de EEUU tramita una propuesta para que los periódicos en quiebra puedan reconvertise en fundaciones y sobrevivir así al "tsunami" que arrastra a los medios escritos estadounienses. Todo apunta a que puede convertirse en una salida para los diarios más pequeños, aquellos que son una institución local pero que pueden acabar como la serrería de Joe o el Burguer de McKinley, o sea, cerrando la persiana.

Pero lo que más me ha llamado la atención es el hecho de que el senador que promueve esta iniciativa se base en el temor a una "tragedia para la democracia". Y esto me eleva a los cielos.

Pero también me pone en alerta.

Y subo a los cielos por el loable intento de considerar a la prensa como un pilar básico del sistema democrático, un garantía sólida, como la cultura, la historia y la tradición. No sé si en Europa estamos haciendo esta reflexión.

Pero me pone en alerta porque detrás de tan loable iniciativa viene una ley. Y las leyes marcan territorio. En este caso, recomendará una mayor dedicación a los asuntos culturales y a las noticias "que redunden en una mejor formación democrática de los ciudadanos"...
Uy. Ahora viene cuando intento trasladar mentalmente la situación a nuestra Europa. Y las cuentas ya no me salen tan claras. ¿Quién o quienes controlarán estas fundaciones? ¿Habrá cuotas de reparto político en las mismas?

Y no dejo de hacerme preguntas...Quizás esta iniciativa sirva -ojalá- para salvar algún periódico centenario de la costa Este. ¿Pero podrán sus redactores-jefe mirarse en el espejo y reconocerse en lo que han sido durante todos estos años?

Por cierto, una recomendación, ya que hablamos de EEUU. El artículo de Bassets en La Vanguardia sobre un pueblo llamado Bradock. Magnífico

lunes, 23 de marzo de 2009

El Gran Hermano te vigila (y ni se acuerda de que ya eres libre)

Si. Ya sé que es una frase fácil, pero no encuentro otra mejor que describa esta situación. La profecía de 1984 se ha hecho realidad. En su artículo semanal, la defensora del lector de El País, Milagros Pérez Oliva, mostraba el debate en toda su complejidad y toda su crudeza. El ser humano de la era Google es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. O mil veces, según se conjuren los algoritmos de la reina de las punto.com. Si te detuvieron en 1982 en Sidney por saltar encima de la mesa de un pub... reza porque no se enterara la prensa local, pues te lo puedes volver a encontrar de sopetón si buscas tu nombre en Google....¡en 2009!

Es curioso que en la era de la información del "todo a cien", como aseguran algunos, el periodista sea más responsable que nunca ante sus actos. Cualquier apellido que se deslice más allá de una inicial puede tener consecuencias una década después, o toda unavida, depende de... ¿de Google? ¿del medio de comunicación que difundió la noticia?... He ahí el dilema. ¡Y vaya dilema!
Lo he vivido de cerca. He conocido un caso así Y realmente no sabes qué hacer. Sólo la firmeza en que el banco de datos de un medio de comunicación no es una ficha policial es lo que sostiene la negativa a borrarlo. ¿Pero y el final de cada historia? ¿Acaso todo se acaba cuando se convierte en noticia? Y cuando regresa la normalidad...¿Es eso también noticia?

Milagros Pérez Oliva lanza inteligentemente el reto:
"Deberíamos extremar el cuidado en el tratamiento de los datos privados de las personas que aparecen en las informaciones. Y, desde luego, deberíamos poner fin a la tolerancia con que permitimos ciertas carencias en nuestro trabajo, como la de no hacer siempre un seguimiento de las noticias que publicamos. ¿Es lícito que publiquemos a cuatro columnas que alguien ha sido imputado y nunca informemos si ha sido condenado o absuelto? Deberíamos establecer normas al respecto"

Pues ahí queda eso.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Google comiéndose AP? Es sólo una ficción

Hoy he leído un relato muy sugerente través de 233 grados
Trata sobre cómo serán los medios dentro de veinte años. Me ha parecido interesante lo de "Google compra AP", o lo del NYT que sólo se publica en papel los domingos, o lo de la redacción vacía de periodistas -bueno, esto ya no me hace tanta gracia-
Se trata del video promocional de La información.com. Como golpe de efecto no está nada mal. Mucha suerte en este viaje



martes, 17 de marzo de 2009

El minuto de oro


Políticos. Si quieres ver a un político feliz, pero feliz de verdad, congela su imagen durante los cinco minutos después de una conferencia de esas multitudinarias que se celebran en horarios que cualquier empresa comprometida con los principios básicos de la conciliación laboral nunca se atrevería a convocar. He dicho cinco minutos, pero quizás me excedo. Dejémoslo en sesenta segundos, justo después del estallido de los aplausos, cuando el político -sí, casi siempre es él, y no la- desciende del atril y se acerca a las primeras filas para estrechar manos. Muchas manos.

Y allí la extienden los de siempre. Otros políticos, empresarios, directivos, altos funcionarios, periodistas...eso que un día bautizamos como sociedad civil y tanto nos gustó, como si el resto de la sociedad fuera incivil, o militar, no sé yo.

Esos son los segundos de vino y rosas, el minuto de oro. Apenas es perceptible, pero el rostro del político se enrojece levemente y la mirada le sonríe, perdida en el éxtasis de los abrazos y felicitaciones.

He visto ya bastantes conferencias para ver que aquí no hay diferencias ideológicas ni de talante. Ayer lo vi con Artur Mas pero otros días lo he comprobado con otros políticos. Esa comunión con el público es casi tan real como las manos que se estrechan. Les miro a los ojos y sí. Son felices.

Pero un minuto se consume pronto. Después de las grandes palabras vendrán las pequeñas excepciones, los compromisos, la geometría parlamentaria...las renuncias y las decepciones. Sobre todo las decepciones de los tuyos, que no son esa sociedad civil que hace cola para saludar como si se tratara de un besamanos. La sociedad civil casi siempre son los mismos, y están casi los mismos en todos los actos, sea con el político que sea. Pero los políticos pasan, como pasan los periodistas. Pero la Política, en mayúscula, siempre estará ahí, esperando a alguien que la interprete en el momento exacto y que haga que ese minuto de oro se prolongue en el tiempo, por lo menos en el tiempo que duran las casi eternas precampañas y campañas electorales.

Pero todo eso ya llegará cuando toque. Por un minuto -y si su mirada no me engaña- son felices. Como cuando eran niños y tenían por delante toda una tarde de patio. Y eso les hace humanos.

La foto es de EFE y la publica El Periódico de Catalunya

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sumar 2+2 y que te dé 8


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Me ha hecho gracia este chiste visto en 233 grados, pero no por gracioso, sino por inquietante. Ni unos son marcianos ni los otros los parientes pobres de Pedro Picapiedra. De hecho, y ahora que todo el mundo se llena la boca de conceptos como la fusión o el multilateralismo, unos tienen que aprender de los otros. Sólo se crece a partir de la suma. Crecer por multiplicación puede acabar como el rosario de la aurora, y crecer por reducción (reducción de talento) es simplemente una falacia. Y sumar no sólo es 2+2=4. Más bien soy partidario -si se puede- de que 2+2 pueda ser igual a 6, o a 8, o a 1.000...siempre y cuando la suma se concentre sobre lo mejor de cada sumando. No recuerdo a quien le oí decir que no conocía a nadie que fuera inútil total, pero que conocía a muchísima gente que estaba mal ubicada. Quizás el talento de dirigir resida ahí, en visualizar lo mejor de cada uno, dejarlo aflorar y...2+2 a lo mejor te suma 8.
Pero volviendo al chiste. Soy de los que creen que, de la misma manera que en el futuro no habrán periodistas digitales por un lado y de papel por otro, tampoco habrán periodista por formatos. Es decir, no habrá periodista de radio, de tele, de prensa escrita...a lo mejor ni siquiera habrá periodistas de política, de sociedad, de economía. Es posible que sí que sobrevivan los especializados, los muy especializados, los mejores de cada especialidad, los mejores de Política, de Economía, de Sociedad (creo que aquí habrá más matices, periodistas medioambientales, de nuevas tecnologías, de tendencias...)
Per hay más. He leído una aportación interesante de Ramon Salaverria en una entrevista en la Voz de Galicia sobre el futuro de los periodistas. En su opinión, irán desapareciendo las etiquetas y aparecerá el periodista de marca. No carece de sentido cuando una de las tendencias a las que apunta el periodismo en internet es a la marca como principal activo de los medios. A sobredosis de información, más necesidad de fiabilidad. Más calidad, y eso lo garantiza una marca. Luego habrá marcas más caras y más baratas, pero sin una estructura que te permita responder por lo que publicas, lo único que queda es rumor, desinformación, pérdida de cultura y de oportunidades, pérdida de calidad democrática.

martes, 10 de marzo de 2009

Descapitalizar o "decapitalizar"

Descapitalizar activos materiales siempre es mejor que "decapitalizar" recursos humanos. El New York Times ha vendido parte de su joya de edificio, el mismo que suscitó la envidia de tantos periodistas hace dos años, cuando el gigante de la prensa neoyorkina lucía su palmito en una Manhattan donde parecía que los días de vino y rosas nunca se acabarían.
El pasado diciembre el edificio ya sirvió para avalar una deuda acuciante y ello llevó a reflexionar a muchos medios de comunicación sobre si, en caso de no tener activos inmobiliarios, en tiempo de crisis es mejor hacer mudanzas.
Es una venta peculiar, con opción de recompra en el 2019 -¿Será esta la fecha que prevén los del NYT para volver a números negros?- por lo que la Vieja Dama aspira a recuperar la joya de la corona algún día. Lo importante es si el talento se queda dentro. Y entre retener talento y patrimonio, yo me quedo con lo primero. Y los neoyorkinos, pragmáticos donde los haya, también. Veremos lo que sigue.
La foto es de EFE

jueves, 5 de marzo de 2009

Señalados con el dedo


Soy un convencido de que los mejores gestores para un medio de comunicación son los periodistas. No se trata de corporativismo, ni siquiera de oportunismo por mi situación actual, sino de sentido común, o mejor dicho, de sentimiento común. Las cuentas de resultados son frías, implacables, tanto cuando salen como cuando no salen. Pero las noticias...Ah las noticias...Ahora que los números se tiñen de rojo algunos señalan con el dedo al periodista. ¿culpables?: internet, los periodistas acomodados, la maldita crisis...


No exactamente. Algunos pensamos que no todo es tan sencillo. Internet no mata, ni siquiera muerde. La crisis se acabará algún día; no el 31 de junio de 2009, como casi nos hicieron creer los políticos, pero amainará. Y los periodistas...Quizás sea el momento de girar la vista hacia ellos, pero no para señalarles con el dedo, sino para invitarles a un nuevo viaje, a una aventura cuyo tesoro no tenemos ni idea donde se esconde. Ni siquiera sabemos si hay recompensa a todo esto.

Pero los mejores tesoros siempre se escondían en nuestros sueños.

Hoy he leido este artículo en el blog mangas verdes. Se titula "El fracaso de la prensa" Me ha dado que pensar. Quizás sea un poco largo, pero creo que no te dejara indiferente. Es una historia que os sonará tan familiar como la sintonía de Heidi -al menos a los de mi generación- Una historia que habla de pequeños fallos que se convirtieron en grandes errores. Una historia de miopía, de racanerías de corto recorrido, una historia escrita por hombres y unas pocas, muy pocas -lástima- mujeres.

"En el periodismo del siglo XXI, el capital humano sigue siendo tan fundamental como en el del XIX y el XX: Y ese capital se compone de periodistas y lectores. E incluso de lectores-periodistas o periodistas-lectores, otro nuevo fenómeno y otro nuevo reto de esta era digital. Traicionar este concepto básico es un suicidio para cualquier empresa periodística." dice este artículo.

Me gusta Hooper, pero esta vez muestro una imagen adulterada. Los tiburones merodean en la puerta del bar. Hazte con un minuto y échale un vistazo a esta joya.

lunes, 2 de marzo de 2009

No estamos ni para chistes

Leo en El País que el Washington Post ha tenido que pedir disculpas por retirar un comic que ironizaba sobre los despidos...en el propio Post. Aunque las razones de la ausencia del cómic durante un par de días -posteriormente volvió a aparecer- no parecen demasiado convincentes, lo que esá claro es que el humor, al igual que convertirse en noticia, no siempre es el punto fuerte de los periodistas.

Lo cierto es que el panorama no está para echar unas risas. Despidos, prejubilaciones, descenso y congelación de sueldos, reducción de jornadas sin sueldo, cierres de medios...estas son las medidas que vemos cada día producirse y que, a fuerza de repetirse, pueden llegar a inmunizar a los lectores que no tienen nada que ver con la profesión periodística. Por eso habrá que seguir llamando la atención, aunque sea con un humor que nos sienta como una patada en el hígado.

Eso sí. Esperemos todos que, además de un buen chiste, se nos ocurra alguna buena idea para salir de esta pesadilla

Teletip@os (Teletipo nómada)

Porque busqué por ahí un blog que sólo hablara de agencias de notícias.



teletipeando

Explicar historias complejas con fórmulas sencillas. Escribir menos sin dejar de explicar más. Calidad = credibilidad