lunes, 19 de octubre de 2009

Teletipo VIP

AP le da una vuelta a los servicios de agencias de noticias. Más fuertes, más rápidos...más caros. Habrá que ver si hay mercado. Un poco yo creo que sí, porque media hora en internet es oro. Y el oro se paga.

jueves, 14 de mayo de 2009

Periodismo al minuto

Probando. Probando. Internet nos ha puesto el oficio patas arriba y todos vamos probando modelos con un único fin: cómo hacer rentable el periodismo en la red. Me ha llamado la atención la cobertura de El País.es sobre el primer día del Debate sobre el Estado de la Nación. En una columna había un "minuto a minuto" de las intervenciones, como si se tratara de un partido de fútbol. En otra columna un "minuto a minuto" sobre lo que pasaba en los pasillos, al más puro estilo Twitter.
Si esta fórmula fue acertada o no lo dirá el mercado, pero lo que me llamó la atención es la cada vez menor distancia que separa a los periodistas de medios de comunicación con edición web -en muchos casos son los mismos que en la edición de papel- de los periodistas de agencia. ¿Quiere decir que las agencias deberemos retransmitir en un futuro no muy lejano todas coberturas como si se tratara de un partido de fútbol?... tengo mis dudas. Pero quizás en algunos casos concretos sí que tendrá sentido.
¿Pero eso no lo hace ya la radio? ¿o las cadenas de televisión informativas de 24 horas? Pues sí, ya lo hacen. Por eso creo que, desde el punto de vista de las agencias de información, habrá que ser muy selectivos en este tipo de coberturas. Y habrá que pensar en aquellos destinatarios que no pueden, por razones profesionales o personales, tener una televisión a mano o concectar una radio.
Creo que este tipo de cobertura minuto a minuto tiene cabida en algunos deportes, principalmente fútbol y baloncesto, o en algún suceso con claro impacto ciudadano -un accidente químico, una evacuación masiva- Incluso en algún acto cultural, social e incluso político de interés planetario -una entrega de Oscar, un discurso de toma de posesión presidencial- Pero, insisto, habrá que ser muy selectivo, porque las pildoras se deben tomar una a una, y un exceso puede aburrir al destinatario.

martes, 5 de mayo de 2009

Responsabilidad social

El periodista Enric González escribió hace un tiempo que cuando se acaba una guerra, un terremoto u otro acontecimiento mediático, en los países más pobres sólo quedan las ONG's y las agencias de prensa. Periodismo low cost, bautizaba la fórmula.

En eso he pensado hoy durante un almuerzo con Carlos Fernando Chamorro con motivo de la entrega de un premio por parte de Casa América-Catalunya. Es probable que a muchos no os suene, pero si Chamorro hubiera aparecido por sorpresa en el campus de periodismo de la universidad Autónoma de Barcelona en 1985 habría sido recibido como Obama o como Madonna. Por entonces era el director de Barricada, la biblia del periodismo libre y antiyanqui de la época, y él era su profeta, como Nicaragua era entonces el lugar que nueve de cada diez periodistas hubieran elegido para irse de corresponsal de guerra.

Cuenta este periodista, que sigue definiéndose como un hombe de izquierda aunque se ha convertido en uno de los críticos más férreos de Daniel Ortega, antiguo compañero de Revolución, que en Nicaragua ya no hay corresponsales extranjeros. Ya no es noticia. Los periodistas se han ido con sus bártulos a otros lugares. Allí ya sólo quedan las agencias, Efe, Reuters, AP, y en la mayoría de los casos con periodistas locales.

Eso es lo que diferencia a las agencias de noticias del resto de medios de comunicación. Los medios cubren y venden noticias. Las agencias también, pero además de noticias ofrecen una garantía de cobertura, que no es otra cosa que seguir explicando lo que luego recogerán quienes se encargan de investigar y escribir la Historia, con mayúsculas.

Por eso prefiero el término agencias de información al de agencias de prensa o de notícias, aunque popularmente haya prosperado más este término. Las agencias se quedan cuando la tribu emigra a otros focos. Y es desde la oscuridad cuando a veces se escribe el destino de un país. Por eso las agencias de información son algo más que un medio de comunicación, además de ser también un medio de comunicación. A eso los expertos en márketing le han puesto una etiqueta que hizo furor en el mundo empresarial de las vacas gordas: "Responsabilidad social".

Pues bien, las agencias de información llevan cerca de un siglo practicando la responsabilidad social. Ya va siendo hora de que se explique.

lunes, 20 de abril de 2009

Invisibles, pero menos

Somos invisibles aunque estemos delante de sus narices. No nos citan por nuestro nombre y apellido, sino por la marca para la que trabajamos. Nos omiten tantas veces como nos imitan y antes de escribir la primera fase miran de reojo nuestro título. Apenas nos invitan a tertulias, pero repiten una y otra vez aquello que hemos contado veinticuatro horas antes. A veces una semana antes. Desayunan, meriendan y cenan con nuestro trabajo, pero nuestro menú no es de autor. Nos confuden -y a veces hacen que nosotros mismos nos confundamos- con la prensa escrita, con la digital, con todo aquello menos con lo que verdaderamente somos...Y es que somos como el aire que respiramos. Sin nosotros se sentirían como en un restaurante sin carta, como en un taxi sin ruedas.

Se empeñan en ponernos nombres a cuál más feo. Hablan de despachos, de servicios, de abonados, de agencieros. Como si el siglo XIX y los primeros cincuenta años del XX no hubieran transcurrido para nosotros. Y no saben definirnos, no saben ubicarnos, a veces tampoco saben valorarnos.

Pero ahí estamos. Ellos, los que no saben definirnos, trabajando cada vez más sospechosamente parecido a nosotros. Preocupados por la rapidez, cuando antes esas prisas eran cosas de los "agencieros". Era suya la patria de la reflexión, del me voy a comer y esta tarde escribo una obra de arte -eso sí, con nuestro teletipo no muy lejos del rabillo del ojo- Ahora es suya la patria de la incertidumbre. Suya y de todos. Todo gira veloz y es complejo. La información llega y sale. Todo fluye y es etéreo, fugaz, actualizable. La información ya no es un marco rígido, sino cambiante. Como la vida. Como el periodismo. Como siempre ha sido para nosotros, agencieros, carrileros, tribuletes del aquí te pillo y aquí te transmito.
Mira por donde que llegó internet y la razón ha empezado a jugar de nuestra parte.

Ya tiene su foto

Mascota en la Casa Blanca
Ya tiene su foto. Si en los sesenta todavía estaba bien exponer a los menores en la Sala Oval -quién no recuerda el rostro del malogrado John John bajo el escritorio presidencial- en el siglo XXI lo políticamente correcto es enseñar a tu perro. Bueno, en realidad lo correcto es enseñar cómo te encuentras en plena forma corriendo con tu perro por los pasillos de la Casa Blanca. Obama ya tiene su foto... Y su perro. Se llama Bob y es un perro de agua. Dinamismo, frescura, originalidad. Un estilo para este tiempo: pesado, gris, temeroso.
Información relacionada:


http://www.elpais.com/articulo/gente/Obama/tienen/perro/elpepugen/20090412elpepuage_2/Tes

viernes, 27 de marzo de 2009

Una tragedia para la democracia

El Senado de EEUU tramita una propuesta para que los periódicos en quiebra puedan reconvertise en fundaciones y sobrevivir así al "tsunami" que arrastra a los medios escritos estadounienses. Todo apunta a que puede convertirse en una salida para los diarios más pequeños, aquellos que son una institución local pero que pueden acabar como la serrería de Joe o el Burguer de McKinley, o sea, cerrando la persiana.

Pero lo que más me ha llamado la atención es el hecho de que el senador que promueve esta iniciativa se base en el temor a una "tragedia para la democracia". Y esto me eleva a los cielos.

Pero también me pone en alerta.

Y subo a los cielos por el loable intento de considerar a la prensa como un pilar básico del sistema democrático, un garantía sólida, como la cultura, la historia y la tradición. No sé si en Europa estamos haciendo esta reflexión.

Pero me pone en alerta porque detrás de tan loable iniciativa viene una ley. Y las leyes marcan territorio. En este caso, recomendará una mayor dedicación a los asuntos culturales y a las noticias "que redunden en una mejor formación democrática de los ciudadanos"...
Uy. Ahora viene cuando intento trasladar mentalmente la situación a nuestra Europa. Y las cuentas ya no me salen tan claras. ¿Quién o quienes controlarán estas fundaciones? ¿Habrá cuotas de reparto político en las mismas?

Y no dejo de hacerme preguntas...Quizás esta iniciativa sirva -ojalá- para salvar algún periódico centenario de la costa Este. ¿Pero podrán sus redactores-jefe mirarse en el espejo y reconocerse en lo que han sido durante todos estos años?

Por cierto, una recomendación, ya que hablamos de EEUU. El artículo de Bassets en La Vanguardia sobre un pueblo llamado Bradock. Magnífico

lunes, 23 de marzo de 2009

El Gran Hermano te vigila (y ni se acuerda de que ya eres libre)

Si. Ya sé que es una frase fácil, pero no encuentro otra mejor que describa esta situación. La profecía de 1984 se ha hecho realidad. En su artículo semanal, la defensora del lector de El País, Milagros Pérez Oliva, mostraba el debate en toda su complejidad y toda su crudeza. El ser humano de la era Google es el único que tropieza dos veces con la misma piedra. O mil veces, según se conjuren los algoritmos de la reina de las punto.com. Si te detuvieron en 1982 en Sidney por saltar encima de la mesa de un pub... reza porque no se enterara la prensa local, pues te lo puedes volver a encontrar de sopetón si buscas tu nombre en Google....¡en 2009!

Es curioso que en la era de la información del "todo a cien", como aseguran algunos, el periodista sea más responsable que nunca ante sus actos. Cualquier apellido que se deslice más allá de una inicial puede tener consecuencias una década después, o toda unavida, depende de... ¿de Google? ¿del medio de comunicación que difundió la noticia?... He ahí el dilema. ¡Y vaya dilema!
Lo he vivido de cerca. He conocido un caso así Y realmente no sabes qué hacer. Sólo la firmeza en que el banco de datos de un medio de comunicación no es una ficha policial es lo que sostiene la negativa a borrarlo. ¿Pero y el final de cada historia? ¿Acaso todo se acaba cuando se convierte en noticia? Y cuando regresa la normalidad...¿Es eso también noticia?

Milagros Pérez Oliva lanza inteligentemente el reto:
"Deberíamos extremar el cuidado en el tratamiento de los datos privados de las personas que aparecen en las informaciones. Y, desde luego, deberíamos poner fin a la tolerancia con que permitimos ciertas carencias en nuestro trabajo, como la de no hacer siempre un seguimiento de las noticias que publicamos. ¿Es lícito que publiquemos a cuatro columnas que alguien ha sido imputado y nunca informemos si ha sido condenado o absuelto? Deberíamos establecer normas al respecto"

Pues ahí queda eso.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Google comiéndose AP? Es sólo una ficción

Hoy he leído un relato muy sugerente través de 233 grados
Trata sobre cómo serán los medios dentro de veinte años. Me ha parecido interesante lo de "Google compra AP", o lo del NYT que sólo se publica en papel los domingos, o lo de la redacción vacía de periodistas -bueno, esto ya no me hace tanta gracia-
Se trata del video promocional de La información.com. Como golpe de efecto no está nada mal. Mucha suerte en este viaje



martes, 17 de marzo de 2009

El minuto de oro


Políticos. Si quieres ver a un político feliz, pero feliz de verdad, congela su imagen durante los cinco minutos después de una conferencia de esas multitudinarias que se celebran en horarios que cualquier empresa comprometida con los principios básicos de la conciliación laboral nunca se atrevería a convocar. He dicho cinco minutos, pero quizás me excedo. Dejémoslo en sesenta segundos, justo después del estallido de los aplausos, cuando el político -sí, casi siempre es él, y no la- desciende del atril y se acerca a las primeras filas para estrechar manos. Muchas manos.

Y allí la extienden los de siempre. Otros políticos, empresarios, directivos, altos funcionarios, periodistas...eso que un día bautizamos como sociedad civil y tanto nos gustó, como si el resto de la sociedad fuera incivil, o militar, no sé yo.

Esos son los segundos de vino y rosas, el minuto de oro. Apenas es perceptible, pero el rostro del político se enrojece levemente y la mirada le sonríe, perdida en el éxtasis de los abrazos y felicitaciones.

He visto ya bastantes conferencias para ver que aquí no hay diferencias ideológicas ni de talante. Ayer lo vi con Artur Mas pero otros días lo he comprobado con otros políticos. Esa comunión con el público es casi tan real como las manos que se estrechan. Les miro a los ojos y sí. Son felices.

Pero un minuto se consume pronto. Después de las grandes palabras vendrán las pequeñas excepciones, los compromisos, la geometría parlamentaria...las renuncias y las decepciones. Sobre todo las decepciones de los tuyos, que no son esa sociedad civil que hace cola para saludar como si se tratara de un besamanos. La sociedad civil casi siempre son los mismos, y están casi los mismos en todos los actos, sea con el político que sea. Pero los políticos pasan, como pasan los periodistas. Pero la Política, en mayúscula, siempre estará ahí, esperando a alguien que la interprete en el momento exacto y que haga que ese minuto de oro se prolongue en el tiempo, por lo menos en el tiempo que duran las casi eternas precampañas y campañas electorales.

Pero todo eso ya llegará cuando toque. Por un minuto -y si su mirada no me engaña- son felices. Como cuando eran niños y tenían por delante toda una tarde de patio. Y eso les hace humanos.

La foto es de EFE y la publica El Periódico de Catalunya

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sumar 2+2 y que te dé 8


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Me ha hecho gracia este chiste visto en 233 grados, pero no por gracioso, sino por inquietante. Ni unos son marcianos ni los otros los parientes pobres de Pedro Picapiedra. De hecho, y ahora que todo el mundo se llena la boca de conceptos como la fusión o el multilateralismo, unos tienen que aprender de los otros. Sólo se crece a partir de la suma. Crecer por multiplicación puede acabar como el rosario de la aurora, y crecer por reducción (reducción de talento) es simplemente una falacia. Y sumar no sólo es 2+2=4. Más bien soy partidario -si se puede- de que 2+2 pueda ser igual a 6, o a 8, o a 1.000...siempre y cuando la suma se concentre sobre lo mejor de cada sumando. No recuerdo a quien le oí decir que no conocía a nadie que fuera inútil total, pero que conocía a muchísima gente que estaba mal ubicada. Quizás el talento de dirigir resida ahí, en visualizar lo mejor de cada uno, dejarlo aflorar y...2+2 a lo mejor te suma 8.
Pero volviendo al chiste. Soy de los que creen que, de la misma manera que en el futuro no habrán periodistas digitales por un lado y de papel por otro, tampoco habrán periodista por formatos. Es decir, no habrá periodista de radio, de tele, de prensa escrita...a lo mejor ni siquiera habrá periodistas de política, de sociedad, de economía. Es posible que sí que sobrevivan los especializados, los muy especializados, los mejores de cada especialidad, los mejores de Política, de Economía, de Sociedad (creo que aquí habrá más matices, periodistas medioambientales, de nuevas tecnologías, de tendencias...)
Per hay más. He leído una aportación interesante de Ramon Salaverria en una entrevista en la Voz de Galicia sobre el futuro de los periodistas. En su opinión, irán desapareciendo las etiquetas y aparecerá el periodista de marca. No carece de sentido cuando una de las tendencias a las que apunta el periodismo en internet es a la marca como principal activo de los medios. A sobredosis de información, más necesidad de fiabilidad. Más calidad, y eso lo garantiza una marca. Luego habrá marcas más caras y más baratas, pero sin una estructura que te permita responder por lo que publicas, lo único que queda es rumor, desinformación, pérdida de cultura y de oportunidades, pérdida de calidad democrática.

martes, 10 de marzo de 2009

Descapitalizar o "decapitalizar"

Descapitalizar activos materiales siempre es mejor que "decapitalizar" recursos humanos. El New York Times ha vendido parte de su joya de edificio, el mismo que suscitó la envidia de tantos periodistas hace dos años, cuando el gigante de la prensa neoyorkina lucía su palmito en una Manhattan donde parecía que los días de vino y rosas nunca se acabarían.
El pasado diciembre el edificio ya sirvió para avalar una deuda acuciante y ello llevó a reflexionar a muchos medios de comunicación sobre si, en caso de no tener activos inmobiliarios, en tiempo de crisis es mejor hacer mudanzas.
Es una venta peculiar, con opción de recompra en el 2019 -¿Será esta la fecha que prevén los del NYT para volver a números negros?- por lo que la Vieja Dama aspira a recuperar la joya de la corona algún día. Lo importante es si el talento se queda dentro. Y entre retener talento y patrimonio, yo me quedo con lo primero. Y los neoyorkinos, pragmáticos donde los haya, también. Veremos lo que sigue.
La foto es de EFE

jueves, 5 de marzo de 2009

Señalados con el dedo


Soy un convencido de que los mejores gestores para un medio de comunicación son los periodistas. No se trata de corporativismo, ni siquiera de oportunismo por mi situación actual, sino de sentido común, o mejor dicho, de sentimiento común. Las cuentas de resultados son frías, implacables, tanto cuando salen como cuando no salen. Pero las noticias...Ah las noticias...Ahora que los números se tiñen de rojo algunos señalan con el dedo al periodista. ¿culpables?: internet, los periodistas acomodados, la maldita crisis...


No exactamente. Algunos pensamos que no todo es tan sencillo. Internet no mata, ni siquiera muerde. La crisis se acabará algún día; no el 31 de junio de 2009, como casi nos hicieron creer los políticos, pero amainará. Y los periodistas...Quizás sea el momento de girar la vista hacia ellos, pero no para señalarles con el dedo, sino para invitarles a un nuevo viaje, a una aventura cuyo tesoro no tenemos ni idea donde se esconde. Ni siquiera sabemos si hay recompensa a todo esto.

Pero los mejores tesoros siempre se escondían en nuestros sueños.

Hoy he leido este artículo en el blog mangas verdes. Se titula "El fracaso de la prensa" Me ha dado que pensar. Quizás sea un poco largo, pero creo que no te dejara indiferente. Es una historia que os sonará tan familiar como la sintonía de Heidi -al menos a los de mi generación- Una historia que habla de pequeños fallos que se convirtieron en grandes errores. Una historia de miopía, de racanerías de corto recorrido, una historia escrita por hombres y unas pocas, muy pocas -lástima- mujeres.

"En el periodismo del siglo XXI, el capital humano sigue siendo tan fundamental como en el del XIX y el XX: Y ese capital se compone de periodistas y lectores. E incluso de lectores-periodistas o periodistas-lectores, otro nuevo fenómeno y otro nuevo reto de esta era digital. Traicionar este concepto básico es un suicidio para cualquier empresa periodística." dice este artículo.

Me gusta Hooper, pero esta vez muestro una imagen adulterada. Los tiburones merodean en la puerta del bar. Hazte con un minuto y échale un vistazo a esta joya.

lunes, 2 de marzo de 2009

No estamos ni para chistes

Leo en El País que el Washington Post ha tenido que pedir disculpas por retirar un comic que ironizaba sobre los despidos...en el propio Post. Aunque las razones de la ausencia del cómic durante un par de días -posteriormente volvió a aparecer- no parecen demasiado convincentes, lo que esá claro es que el humor, al igual que convertirse en noticia, no siempre es el punto fuerte de los periodistas.

Lo cierto es que el panorama no está para echar unas risas. Despidos, prejubilaciones, descenso y congelación de sueldos, reducción de jornadas sin sueldo, cierres de medios...estas son las medidas que vemos cada día producirse y que, a fuerza de repetirse, pueden llegar a inmunizar a los lectores que no tienen nada que ver con la profesión periodística. Por eso habrá que seguir llamando la atención, aunque sea con un humor que nos sienta como una patada en el hígado.

Eso sí. Esperemos todos que, además de un buen chiste, se nos ocurra alguna buena idea para salir de esta pesadilla

lunes, 23 de febrero de 2009

Cuando Marx hace de Groucho

Le puede pasar hasta a Obama, pero de momento le ha ocurrido al líder de IU, Cayo Lara, según he leído en El País. Pero lo que me llama la atención es que el error no lo detectaran los periodistas, sino los internautas, y que la fe de errores no apareciera en los medios convencionales, sino en el portal malaprensa.com. (Marx no era Nostradamus)

Y es que algunos asesores de líderes públicos parece que cuando buscan a Marx en la red se quedan en el apartado referido a Groucho. Y por nuestra parte, la de los periodistas, pues como dice el citado portal. Otra buena oportunidad perdida para demostrar que aún nos queda olfato.

martes, 10 de febrero de 2009

La pregunta fatal: ¿Compras periódicos?


Hoy he dado una charla a estudiantes de periodismo de la Universitat Internacional de Catalunya. Un honor, por cierto, que debo agradecer a su decano de Ciencias de la Información, Salvador Aragonés. En un momento de la intervención he lanzado la pregunta fatal: ¿Compráis regularmente periódicos?.
La he tenido que repetir tres veces. Silencio absoluto. ¿Por qué? ¿porque son caros? ¿porque lo que ofrecen ya lo conocéis del día antes? ¿porque no os fiáis de sus contenidos?...Más silencio...hasta que interviene un alumno:
"Porque para leer las noticias ya están los gratuitos"
"Y los gratuitos también los escriben periodistas" -he apostillado-
Reflexionando esta noche sobre ello, me pregunto cómo hubiera reaccionado si trabajara en un periódico. Quizás mi reacción hubiera sido más visceral. Pero yo vengo de una agencia de noticias. Y lo primero que he pensado es que el alumno tíene razón en que los gratuitos ofrecen muchas de las mismas noticias que circulan por la prensa de pago. Hoy mismo, las dos grandes noticias -atentado en Madrid y el asesinato de un ejecutivo en Barcelona- son portada en gratuitos y en los de pago.

Y si los "gratuitos" los escriben periodistas, estamos hablando también de periódicos.
Pero hay algo en lo que discrepo con el alumno. Está bien que para leer las noticias me basta el gratuito. Pero si quiero algo más (un contexto, un análisis, varios por qués desde diferentes puntos de vista) entonces mejor que saque una moneda del bolsillo y me vaya al quiosco...o me conecto a la edición web de mi diario de referencia y a navegar...
Y eso también es hoy día gratis. Los diarios se resistieron panza arriba a abrir sus contenidos gratis, pero al final sucumbieron, porque la economía iba bien y la publicidad parecía que solucionaría la viabilidad de ofrecer noticias en abierto. Pero la crisis pone en entredicho este modelo. ¿Habrá que volver a pagar por esa crónica, ese análisis?. Me temo que no, aunque desde un punto de vista de gestión parezca razonable.

No. La gente no va a pagar por mis noticias, si no están dispuestos a pagar por escuchar a los Beatles, ¿van a pagar por leer lo que un político explica en una rueda de prensa?. Habrá que redefinir, volver a pensar. Quizás alguien esté dispuesto a pagar por información de anticipación,
como decía ayer El Mundo. Pagar por algo que sea útil y ayude a crear valor. Habrá que afinar el oído.

Mientras tanto, el razonamiento del alumno de la UIC es incontestable. Igual que hay gente que paga la factura del mecánico y no quiere que le expliquen cómo le han arreglado el coche, habrá gente -una generación que se nos echa encima- que sólo querrá enterarse del titular de la noticia, y no entrar en detalles

miércoles, 4 de febrero de 2009

Algo olimos de la crisis, pero...

Si os gusta más el "plato de cuchara" que cualquier menú en deconstrucción, os recomiendo la lectura de Perspectivas del Mundo de la Comunicación (Universidad de Navarra). En su último número hay un artículo en el que se repasa elegantemente -sin meter el dedo, pero con argumentos implacables- el papel que ha jugado el periodismo económico ante la crisis financiera global. Huyendo del dicho fácil -eso de que los periodistas ni olieron la crisis- asegura que sí que hubo una cierta previsión, que esta crisis no cogió desprevenidos a los periodistas económicos, pero añade que "existe la sensación de que se tenían las piezas del puzzle, pero faltaba el mapa completo, una comprensión global del problema".
Otro apunte interesante es el referido a la "paradoja de las 24 horas de noticias", asegura el artículo, ya que "la sobreabundancia de información ha reducido la capacidad de informadores y público para discernir lo importante de lo secundario". Y es más, dice que la información económica será juzgada en el futuro por cómo cubrió la crisis de 2008, al igual que la prensa generalista de EEUU lo fue por la obertura del 11-S y la española por el 11-M.
Lo dicho, si puedes no te lo pierdas.

viernes, 23 de enero de 2009

Esto se pone feo




Microsoft ha anunciado el despido de 5.000 personas. Google sigue ganando, pero un 70% menos, la primera caída de su historia. Todo el mundo se pregunta qué será de Apple con Steve Jobs fuera de juego. Esto se pone realmente feo, tanto que el consejero delegado de Microsoft se puso ayer la corbata para dar las malas notícias. Los primeros despidos de la historia del gigante. No he podido dejar de comparar la imagen de Ballmer con otra suya de hace unos años, en aquellos días de vino y rosas, cuando bailaba sobre un escenario y provocaba el éxtasis de los empleados y accionistas. No hace tanto de todo aquello

jueves, 22 de enero de 2009

¿Sueñan los boggers con corbatas de seda?

"Las televisiones dedicaron horas a la ceremonia de Washington: correcto. Las rellenaron de comentarios obvios, de exclamaciones, de retruécanos, de signos de admiración: incorrecto. Lo mismo que los periódicos: ¿de verdad hacían falta tantas páginas para insistir en lo evidente?, ¿tanta necesidad tiene el cliente de que le griten al oído que algo es importante? El punk de los blogs y las redes suena ya en el subsuelo. El mundo conversa electrónicamente. Nosotros, la vieja industria, seguimos entretenidos subiendo los decibelios".
Empieza a ser un clásico en este blog, pero es que Enric González clava los triples en mi conciencia de periodista como mi añorado Rudy Fernández hacía el año pasado en La Penya. Cuando se pusieron de moda las punto.com y los banqueros se aflojaban la corbata para comprar portales y posar para la foto con jóvenes imberbes que se hacían millonarios de la noche a la mañana, un veterano ejecutivo de las finanzas puso nombre a aquella nueva tribu: los New Kids on the block, o los nuevos chicos del barrio.
Cuando veo la proliferación de periodistas bloggers y, sobre todo, cuando veo la cantidad de seguidores que arrastran, no puedo dejar de pensar en esos "nuevos chicos del barrio" que han venido para quedarse en nuestra -hasta hace poco- exclusivo territorio del periodismo. Enric González compara el fenómeno con la irrupción del punk. Ya sé que muchos pensarán: "Y dónde están ahora los punks", "pero no os acordaís cómo acabó Sid Vicious?.
Y entonces yo pienso en Ramoncin, hoy dia un respetable caballero y artista, plenamente asentado en el sistema. ¿Soñarán algún día los bloggers con corbatas de seda?

martes, 20 de enero de 2009

¿La cuenta atrás?...¿o el principio de todo?


"En cinco años, con toda seguridad existirán periódicos escritos. Dentro de 10, si se hacen las cosas precisas, a lo mejor, probablemente sí. En 15, no estoy seguro de que sigan existiendo tal y como los conocemos. Existirán si luchamos para que existan".
No lo dice ningún gurú de internet, ni un magnate de la televisión. Lo dice un "patanegra", uno de los fundadores de un periódico de referencia. Lo dice -lo ha dicho hoy- el consejero-delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, en un discurso dedicado a la reinvención de El País.
¿Y cuántas reinvenciones llevamos ya contabilizadas? Al final no era una cuestión de diseño, ni de fotos en color o en blanco y negro, ni siquiera de cambiar el tamaño del periódico. Al final resulta que de lo que se trataba era de poner todo patas arriba, cuestionarlo todo, sumergirse hasta las entrañas de la máquina y arrancar de cuajo el sistema operativo. El actual ya no sirve.
Eso es lo mismo que decir que ya no sirve la estructura clásica de las redacciones separadas por secciones y formatos. El de papel por aquí, el de internet por allá, el de deportes a lo suyo, el de economía a sus números. Este sistema fue el mejor en su día. Os aseguro que funcionó y se lograron grandes cosas. Pero sí hay que ser honestos con nuestros clientes, y si hay que serlo con nosotros mismos, este negocio ya no funciona así.
Internet lo ha cambiado todo, y pese a que nos reimos de más de un punto.com que se la pegó en el 2000 con lo de la burbuja tecnológica, pese a que en los corrillos recelábamos del periodista del "confidencial" de turno, resulta que las punto.com se han convertido en el motor de nuestros negocios, y que el periodista del confidencial hoy se llama "blogger" y tiene más lectores que las páginas web de varios medios de comunicación juntos.
"Existirán -los periódicos- si luchamos para que existan", dice Cebrián . Yo creo que la batalla está planteada más allá de los periódicos. Internet nos ha puesto de frente a nosotros mismos; es decir, al periodismo. Por lo tanto, habrá que luchar para que el periodismo continúe. Las noticias continuarán, el ruido mediático también, pero cuando hablamos de periodismo estamos hablando de objetividad, de verificación, de rigor... de credibilidad, al fin y al cabo.
Y ya que estamos en la cuenta atrás, no estaría de más que dejáramos de quejarnos y cojamos el toro por los cuernos. ¿No queríamos hacer historia? Pues hagámosla. Seamos la generación que, en medio de la tormenta perfecta, conseguimos salvar la esencia del periodismo.

viernes, 16 de enero de 2009

Relacionar

Una de las herramientas más valiosas del periodista es la capacidad para relacionar datos, hechos, declaraciones y todo aquellos detalles que por sí sólos son poca cosa para elevarlos a la categoría de noticia. Para ello hay varios caminos: una vasta cultura, tener una memoria de elefante, acudir a doctor google -aunque a veces ello nos puede deparar un disgusto- (ver el primer post de este blog) y a veces tirar de intuición o hasta de una corazonada ¡que somos humanos! aunque eso sí, contrastándolo todo, incluso hasta lo obvio si hace falta.

Hace unos días llegó a las redacciones un comunicado con los nombres y apellidos de los detenidos a raíz de una reyerta durante un partido de fútbol de aficionados. Todos los periodistas que tuvieron acceso a esa nota de prensa pudieron leer los mismos nombres.

Sólo un 1 por ciento -TV3- fue capaz de detectar entre ellos la presencia de un condenado por asesinato hace ocho años.

¿Despiste? ¿desmemoria? ¿será que sólo un 1 por ciento de los periodistas que hace ocho años cubría sucesos sigue llevando esos asuntos?

El caso es que la opinión pública,aquella que debería conocer los hechos por nuestros actos, tardó más de dos días en relacionar aquella lista de detenidos con un hecho que causó conmoción hace ocho años y al que los mismos medios que ahora habían perdido la memoria dedicaron páginas y páginas, horas de video, debates, tertulias y todo aquello que popularmente conocemos como "circo mediático"

Algo no funciona, pues. Y la responsabilidad es sólo nuestra.

domingo, 4 de enero de 2009

2009: Año dos

Al filo del final de 2008, ese año que acabó tan desmejorado respecto a como empezó, tuve la ocasión -privilegios gratuitos que sólo un oficio como el periodismo puede darte- de conversar con otro periodista cuya trayectoria nunca llegaré ni siquiera emular. Este periodista, que ha tenido la fortuna de asistir a buena parte del siglo XX y los años -espero muchos- del nuevo, me decía que 2008 ha sido lo más parecido al año 1 del nuevo siglo. Al fin y al cabo, si los cambios de siglo vienen dados por una metamorfosis del sistema y no por una cuestión de dígitos, el año pasado supuso la implosión de un sistema -el capitalismo tal y como era básicamente aceptado- y el inicio de algo nuevo, un tiempo nuevo, cuya temperatura aún no hemos sido capaces de tomar.

Así que el siglo XXI no empezó en 2000, ni siquiera en 2001 con el ataque a las torres gemelas y la "era del terror". Me decía mi interlocutor que el siglo XX tardó ¡14 años! en empezar a dar sus pasos, con la Primera Guerra Mundial, y añadía que, al parecer, con el contagio mundial de los activos envenenados subpryme, el colapso financiero y -para entrar en un terreno más cercano, en de nuestra profesión- el zarpazo de internet a la prensa escrita, el cambio de siglo estaba empezando.

Fue una conversación breve, pero intensa, de esas que te obligan a reflexionar y -como estoy haciendo- a dejar algo por escrito. ¿Qué será de los diarios? nos preguntábamos. "Deberán ir aceptando que los menores de 30 años ya leen siempre en internet. A cambio deberán dedicar sus ediciones escritas a lo mejor de sí mismos; es decir, análisis y buenos artículos" -decía yo- "Pero en internet se lee sólo lo inmediato, lo importante es relacionar hechos" -insistía el veterano periodista.

Pero si internet está lleno de enlaces, pensará quien lea esto. Desde luego lo está, pero relacionar es algo más que enlazar. Es pensar en perspectiva, no ir de una cosa a otra. He aquí un nuevo reto para el periodismo nómada. Porque hasta los nómadas tienen siempre una ruta.

Feliz año

Teletip@os (Teletipo nómada)

Porque busqué por ahí un blog que sólo hablara de agencias de notícias.



teletipeando

Explicar historias complejas con fórmulas sencillas. Escribir menos sin dejar de explicar más. Calidad = credibilidad