viernes, 30 de diciembre de 2011

¿Tienen futuro las agencias de noticias?


Sí. Y tienen más futuro que presente. Pero hay trabajo por hacer. Si el periodismo vive un proceso de reconversión, las agencias de noticias deben evitar seguir funcionando como los altos hornos. Toca adaptarse a los nuevos tiempos, aunque resulta difícil hacerlo cuando no se sabe con certeza ninguna de las cinco w de lo que se nos viene encima. Pero si las agencias quieren seguir existiendo cuando acabe esta década, habrá que dar pasos más o menos en este sentido:


En el  negocio en general:

1- No más dudas: el futuro es internet. Las agencias de noticias deben aspirar a ser en el campo de la información en internet lo que Google es a las búsquedas: sencillamente, el referente más creíble, útil e inmediato. Y por este orden. Internet es una inmensa autopista de información en la que las agencias deben ocupar el carril central, donde la velocidad es constante y los extremos quedan a un lado. Cuando uno ocupa el carril central, no hay forma de que te adelanten.


2- No más dudas: el presente inmediato ya es internet. El mercado de la prensa ha sido el pilar de las agencias durante los últimos 80 años. Aún lo es, pero fiar esta realidad a cinco años vista es como creer que nuestros hijos seguirán cobrando la paga del abuelo hasta los treinta. Ni el satélite, ni las ondas, ni el papel. Internet es el terreno de juego donde se jugará las castañas el periodismo de agencia. Internet debería ser para las agencias el hábitat natural en lugar de un bosque inquietante. ¿Y por qué?  internet pide inmediatez, información fiable y difusión global e instantánea....pues bienvenidos al mundo en el que las agencias han vivido desde siempre. Si hay un medio de comunicación llamado a liderar la información en internet, las agencias deberían estar ya en pista.  El problema es que aún hay muchos periodistas de agencias que creen que el abuelito llegará a los ciento cincuenta años. Yo era uno de ellos, pero....



En el mercado de medios de comunicación:

1-Velar por las bajas, pero salvar a los supervivientes. Si continúa el actual proceso de fusiones y concentraciones de medios, el resultado final será menos clientes a los que abastecer de noticias. Las agencias deben enfocar su mercado de medios de comunicación en los que sobrevivan, preguntarles qué necesitan y ofrecérselo a un precio  justo. Nos necesitamos mutuamente.


2-A la carta. Las agencias no podrán seguir basando su oferta sólo en servicios al por mayor de noticias "a peso", sino que, dado que el mercado se estrechará -y también el volumen de negocio- deberán apostar por servicios a medida que cubran sencillamente aquello que sus clientes no puedan cubrir después de haber ajustado al máximo sus plantillas. No será tanto un "yo te doy texto, foto, video y tú usa lo que quieras", sino "¿qué quieres exactamente que te venda?, ¿Cómo puedes pagarme? ¿Te interesaría participar en nuestro accionariado?  y establecer paquetes cerrados de noticias, en el formato o formatos que el cliente necesite. Esto, tan sencillo, supondrá una verdadera revolución en la manera de trabajar de las agencias.
 

3- Ser atractivas y útiles. Las agencias deben seguir siendo las principales fábricas de producción global de noticias, pero deben priorizar urgentemente la creación de aplicaciones inteligentes que empaqueten este chorro de información en soluciones atractivas y útiles para los medios. Las agencias deben presentar sus servicios como Ikea empaqueta sus productos: listos para montar y usar. Por supuesto, habrá quien prefiera el producto ya montado. Tranquilos, Ikea también lo hace a cambio de un sobreprecio razonable. ¿Por qué no pueden hacerlo las agencias?


4-Pago por uso. Las agencias seguirán ofreciendo paquetes globales de noticias a los clientes que lo necesiten, pero deberá crear plataformas de pago por noticia para quienes deseen seleccionar sólo aquello que necesiten. Ello obligará a desarrollar plataformas innovadoras y tecnológicamente sencillas de comprender. Cada noticia, foto, video, documento de archivo o corte de voz debe monetarizarse a un precio que pueda pagar desde un medio local a un usuario individual. Además, el consumo de cada noticia será un dato de la utilidad social de la misma.



5- Líderes globales, aliados locales. Las agencias deben ser los líderes globales de la información mundial y los aliados interesados de la información local. El mundo es global, pero las agencias deben intentar salvar lo poco o lo mucho que quede de la información local -donde algunos opinan que radica el único futuro posible del periodismo- ¿Cómo? colaborando. Las agencias deben llegar a acuerdos de colaboración e intercambio con medios de prestigio locales para que las primeras incluyan en sus servicios las mejores historias de las segundas y al revés. Ya que en un tiempo no vamos a poder intercambiar dinero, intercambiemos tráfico, una especie de mercado de futuros para cuando la publicidad se sienta definitivamente cómoda en internet.  Las agencias no pueden existir sin los medios y no pueden permitirse que desaparezca ni el más modesto periódico de barrio. Aquí no sobra ni el último céntimo.



6- Plataformas de veracidad. Las agencias ya no tienen el monopolio de la distribución, pero deben jugar fuerte sus oportunidades como plataformas de jerarquización y de verificación de contenidos. Las agencias deben actuar de reguladores de tráfico de información contrastada y actuar como prescriptoras de todo aquel contenido informativo de relevancia que ha sido verificado y contrastado, incluido el del bloguero solitario, si se adecúa a estos requisitos. Hay que construir canales potentes de información incluyendo a terceros bajo el paraguas de la marca propia.  Se trata de invitar a los medios que comparten un compromiso con la información responsable a viajar juntos por ese carril central. Sin prepotencias ni paternalismos, mediante un contrato basado en dos premisas innegociables: el periodismo responsable y el mutuo provecho económico


7- Fábrica de ideas. Las agencias deben abrir sus portales corporativos al debate sobre el futuro del periodismo. No conozco otro terreno de juego más transversal y más neutral que el de una agencia para que entre todos aportemos ideas para salvar este negocio. Desde el medio más potente hasta el bloguero más humilde. Y además generaríamos tráfico y ese mercado de futuros que algún día nos dará una alegría.


8-Promocionar el futuro. Las agencias pueden ser también plataformas de distribución de buenas historias contadas por jóvenes periodistas. Pueden alcanzar acuerdos interesantes con los patrocinadores de los premios más prestigiosos de periodismo para ayudar a la difusión mundial de esos trabajos incluyéndolos en una plataforma de periodismo de calidad.





En el  mercado de instituciones y empresas: 

1- Ser un vehículo limpio: en la autopista de internet las agencias deben ofrecerse como el vehículo limpio que transporte no sólo la información de actualidad contrastada, sino también la información responsable. En concreto: las agencias deben ofrecerse a empresas, entidades e  instituciones como el vehículo más fiable para transmitir sus acciones en materia de responsabilidad social corporativa, patrocinios y mecenazgo.

2-La publicidad no mancha. Las agencias pueden compatibilizar la transmisión de noticias con la de información de RSC patrocinada. El valor de la marca de una agencia es la credibilidad, y ésta puede ser alimentada por ambas estrategias. La única condición reside en avisar a los clientes de que tal información es una información patrocinada, y recordar que su inclusión en el servicio ha pasado por un control previo de idoneidad desde el punto de vista de la responsabilidad social corporativa. Las agencias ya no pueden vivir de espaldas a las corporaciones, sean públicas o privadas, si existe un objetivo común de crear riqueza colectiva. La sensatez va a ser rentable en los próximos años.
 

3- Informar e inspirar. El mundo de la segunda década del XXI necesita inspirarse en algo. Nunca se han vendido más libros de autoayuda, de yoga y de autorrealización como ahora. El mundo busca en qué inspirarse, las cosas están tan mal que existe un mercado para las buenas noticias y las agencias deben aspirar a conquistar este mercado. Hay que superar el sagrado precepto de que sólo las malas noticias son noticia y reconocer que existe una necesidad histórica de confiar en un mundo mejor. En definitiva, las agencias pueden seguir construyendo su marca con informaciones creíbles, responsables e inspiradoras. La cosa está tan mal que las buenas noticias empiezan a ser escasas, y donde hay escasez hay demanda, y donde hay demanda hay un nicho de mercado.



4- El buen periodismo cuesta dinero. Intentemos que pague un tercero. Hay que cobrar hasta por un breve, pero si hemos acostumbrado a la sociedad a no pagar por informarse, difícil será volver atrás. Las agencias deberán aceptar publicidad y patrocinio si quiere seguir pagando a sus periodistas por elaborar una información por la que el lector no está dispuesto a pagar. Pueden y deben ponerse filtros: publicidad de RSS, patrocinios, mecenazgos, aportación de fundaciones, entrada en el capital de otros medios de comunicación… no es un escenario pequeño. Habrá que detallar a los clientes que se trata de una información con patrocinio, pero o el dinero cae del cielo o del estado de turno –cosa relativamente complicada en estos tiempos- o cada vez será más difícil cubrir las noticias con un periodista sobre el terreno. Y esto es, precisamente, el contrato más honesto que las agencias pueden ofrecer a sus clientes.

Y Feliz 2012, con un poco de suerte.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Internet y las agencias, esa extraña pareja (y 2)

Seguimos con el impacto de internet en las agencias de notícias:

Las agencias de noticias nutren de contenidos a los medios de comunicación clásicos, que los valoran por su rapidez, credibilidad y variedad temática. Con internet estos medios están atravesando un doble proceso de cambio, tanto de contenidos como de modelo de negocio, por lo que ambas cosas están afectando a quienes son sus principales proveedores: las agencias de noticias.


1-Más color, menos corbatas.  Los medios clásicos generalistas han introducido como novedad o han dado más espacio a temáticas “blandas” (famosos, tendencias, novedades tecnológicas, productos gastronómicos, turísticos, hechos insólitos, actos sociales…) Las agencias de noticias no tenían estos temas en su punto de mira informativo central, por lo que contaban con servicios específicos, como reportajes, productos a la carta, para cubrir este segmento pero siempre separados del hilo informativo central. La diferencia es que ahora los servicios generalistas de las agencias de noticias deberán dar cabida a este tipo de informaciones en sus hilos centrales, lo que suscita un cambio en el modo de abordar la información (noticias con más color, más heterodoxas desde el punto de vista gramatical, más cercana a los personajes de la prensa del corazón que a los tipos con corbata de la política y la economía) y una interpretación más flexible de sus respectivos libros de estilo, ya que la frontera entre información y entretenimiento se ha hecho más difusa en el mundo internet. ¿Puede hacerse? Sí. Puede hacerse aplicando el mismo sentido común que desde hace años se utiliza en la cobertura de la presentación de otros productos de consumo masivo:  automóviles, giras promocionales, libros...


2-La doble S: Serios pero seductores. ¿Están preparadas las agencias para gestionar con criterio periodístico la línea roja que separa información de entretenimiento?

La primera cuestión es si las agencias tienen que acercarse a esta línea. Mi opinión es que sí, porque nuestros clientes “clásicos”, los que aún aportan los mayores ingresos, seguirán siendo clientes de referencia en el futuro si consiguen hallar un modelo de negocio viable. Por ello, las agencias tienen el deber –y la necesidad- de producir contenidos atractivos para la nueva demanda de estos medios “clásicos”, lo que también es una manera de contribuir a que sobrevivan a la crisis y, de paso, asegurarnos también un futuro por nuestra parte.

Respecto a si las agencias están preparadas para ello, considero que las grandes agencias de noticias generalistas deberán seguir conjugando credibilidad y rapidez, pero que esta fórmula deberá completarse con dos conceptos más: interés y seducción. El interés está relacionado con lo dicho anteriormente: contenidos que ahora interesan a los medios “clásicos” y que desde siempre interesan a los nuevos medios (portales, medios digitales nativos, empresas, particulares, grupos de interés). La seducción significa que no podemos seguir vendiendo noticias “a peso” y que luego el cliente elija. Esto se ha acabado. Las agencias deben ofrecer sus servicios con lazo incluido: las noticias deben estar clasificadas, jerarquizadas, empaquetadas con fotos y videos, con enlaces de hipertexto….

 En el viejo orden bastaba con la credibilidad y la rapidez, pero en la era internet es imprescindible ofrecer contenidos atractivos y presentarlos de manera que el cliente perciba que le dan todo el trabajo hecho por un precio razonable. Las agencias deben seducir con su marca, trasladar a los clientes, clásicos y modernos, que están comprando un producto diferente, que le da el mismo prestigio que el que les puede proporcionar contratar a un articulista de renombre.

Para ello, las agencias deberán jugar al borde del área de sus actuales estructuras organizativas y de su libro de estilo, ya que no se puede explicar con el mismo lenguaje y estilo una presentación de joyas que una operación policial, por decirlo gráficamente. Pero esto choca con la cultura de décadas y décadas de oficio del periodismo de agencia, concebidos para otra época, cuando las agencias vendían teletipos en blanco y negro, a veces sin comas ni acentos, con titulares telegráficos y lenguaje plano y estandar, listo para ser centrifugados por terceros.


3- Soluciones imaginativas, pero sin perder la cabeza. Se abren así nuevas opciones, como que las agencias de noticias apuesten por instrumentos específicos para conquistar unos nuevos mercados que:

A: valoran la noticia no con ojos de periodista, sino de comercial. Es decir, a precio mínimo y, si puede ser, gratis.

B: su principal interés por las agencias no es informarse, sino el prestigio que les proporciona que sus marcas aparezcan citadas en su hilo general de noticias y, si es posible, con enfoques agradables y alejados de la polémica.

C: huyen de la información “dura” (política, economía…) y demandan lo que hemos llamado antes información “blanda”

 ¿Y de qué instrumentos estamos hablando? No veo lógico que una agencia de noticias sacrifique su credibilidad por un mercado que, pese a ser necesario, tendrá que conquistar 1.000 clientes para ingresar lo que ahora ingresa con 20 de los clásicos”. Es más, si sólo quedara un único periódico con ambición de calidad en el mundo, las grandes agencias deberían suministrarles esos contenidos de calidad. Quizás sea más práctico plantearse fórmulas imaginativas que dejen libre de cualquier sospecha su principal activo –el sello de credibilidad- como la creación de filiales independientes con los recursos humanos, técnicos adecuados y unos protocolos de actuación adaptados a esos nuevos clientes sin cruzar la línea roja que marca la ética periodística, o bien mediante alianzas con socios tecnológicos, periodísticos o editoriales que complementen esta pata que tanto van a necesitar –o ya están necesitando- las agencias de noticias de referencia.

 Seguiremos, que hay mucho de que hablar sobre todo esto.



miércoles, 7 de septiembre de 2011

Internet y las agencias: esa extraña pareja

Un joven colega ironizaba en su cuenta de twitter sobre lo que cuesta a veces encajar un titular con todos sus artículos en el limitado espacio destinado en una agencia de noticias. Me comentaba que podríamos contratar al maestro Yoda, el de star Wars, porque, con su manera telegráfica de hablar, clavaría todos los titulares en el espacio reservado. Le contesté por twitter que Yoda nos inspiró durante más de cuarenta años, porque los titulares de teletipos estaban escritos "en indio", muchas veces sin artículos, ni comas, y que tuvo que ser internet, curiosamente asociado a la escritura breve, telegráfica, de SMS, quien nos obligara a titulares impecablemente legibles, ya que nuestros teletipos se cortan y se pegan íntegramente en las páginas web. Ello me lleva a reflexionar -eso sí, en este caso telegráficamente- sobre algunos de los impactos que internet está teniendo en las agencias de notícias:

1-Pérdida del monopolio de distribución. Las agencias han dejado de ser el canal exclusivo de transmisión de notícias "al por mayor". Esta función la puede desarrollar hoy cualquier empresa, institución, colectivo o persona individual que lo desee.

2-Pérdida del liderazgo en la rapidez. Esta ya la habíamos perdido con la radio y los canales de televisión tipo CNN, pero ahora ha quedado sepultado definitivamente con internet. La prensa escrita, que informaba del ayer, ya compite en tiempo real con las agencias. Cualquier ciudadano testigo de un hecho noticioso puede informar con mayor rapidez que un periodista de agencia.

3-Disolución de formatos. Internet mezcla texto, foto, video, enlaces...Las agencias se han visto abocadas a aproximar e incluso a plantearse la integración de departamentos hasta hace poco muy estancos (texto, gráfica, televisión...) Se avanza desde una organización basada en formatos a otra basada en contenidos, con su consiguiente impacto en la organización de los recursos humanos.

4-Diversificación informativa. las agencias de notícias siempre han informado de todos los temas, pero la premisa básica era que fueran un hecho noticioso en ese momento. Los temas más intemporales, las curiosidades, las nuevas tendencias...todo eso era para el verano -cuando el verano era largo, julio, agosto y principios de septiembre. Hoy día el parón se acota a agosto, y a veces sólo a sus dos semanas centrales- Pues bien, internet, al abrir el espectro de consumidores de noticias a la globalidad, ha llevado a las agencias a que todo el año sea agosto. Lo malo es que hay que seguir informando de las noticias de siempre, por lo que, si no se priorizan contenidos, los niveles de producción se disparan, y con ello las cargas de trabajo con un mismo -o menor- volumen de recursos humanos.

5-"Commodityzación" de la notícia. Perdón por el palabro. Cuando en la primera mitad de la pasada década la economía iba como un tiro y los beneficios se proyectaban hasta el infinito, los medios de comunicación escritos decidieron ofrecer gratis las notícias confiando en que la publicidad acabaría cubriendo costes. No era una tontería -aunque hoy lo parezca- Total, los periódicos impresos ya hacía tiempo que no se mantenían por las ventas, sino por la publicad, promociones, suscripciones... Pero a partir de 2007 y 2008 el esquema se rompió con la crisis. es como si los fabricantes de vehículos hubieran ofrecido gratis los coches esperando ingresar por otras vías y ahora quisieran volver a ponerles un precio. Los editores de la prensa escrita cometieron un error básico: dar gratis lo que cuesta dinero producir. Las notícias, ya lo he dicho bastantes veces en este blog cuestan dinero, y no poco, porque a día de hoy no las puede crear una máquina. Sin periodistas que investiguen no salen noticias, o por lo menos, no saldrían las notícias que algunos no quieren que salgan.

De momento van cinco, pero la lista es larga. Por hoy es suficiente. Y sí, aunque no lo parezca, también hay impactos positivos.

jueves, 14 de julio de 2011

Periodismo: volver a jugar a lo que sabemos

¿Qué responsabilidad social tienen los medios de comunicación?

Esta es la pregunta formulada a un grupo de periodistas por la cátedra Mango de la Universitat Pompeu Fabra a raíz de un estudio de investigación sobre “la crisis económica y la responsabilidad social de los medios de comunicación ante la opinión pública” He tenido la suerte y el honor de participar en una de estas sesiones y me gustaría compartir un resumen sobre las reflexiones que expuse en este encuentro.

Desde mi punto de vista, la responsabilidad social de los medios de comunicación debe expresarse en cuatro ejes básicos:

La información debe volver a ser el centro del modelo de negocio periodístico. La información no es un mero centro de coste, ni el producto final de un medio de comunicación. El primer compromiso de un medio de comunicación hacia la sociedad es ofrecer información veraz, contrastada y equilibrada. Si en el futbol se juega bien cuando se tiene el balón, en el negocio periodístico la información debe estar en el centro del modelo de negocio.

2-Apostar por el talento. Situar de nuevo la información en el centro del modelo de negocio periodístico pasa por invertir en periodistas que aporten contenidos diferenciados y de valor añadido. En los últimos años los medios están invirtiendo más en empaquetadores de información y en analistas que en buscadores de noticias, cuando lo que realmente cuesta dinero es extraer la materia prima de la que consta el periodismo: periodistas con fuentes, trabajando sobre el terreno, con capacidad intelectual, memoria histórica y contactos de alto nivel. En definitiva, se trata de poner el foco de la inversión en el conocimiento, más que en el empaquetamiento de contenidos. Esto puede externalizarse e incluso automatizarse. Lo primero no.

3-Conversar sí, pero también proponer. Hemos pasado de una situación de monopolio de la emisión de noticias, que estaba en manos de los medios, a otra de eclosión del periodismo ciudadano, que parecía que iba a acabar con el orden establecido. Pues ni un extremo ni el otro. Hay que colocar la información en el centro del tablero. Los medios tienen que conversar con la sociedad a través de los canales que ofrece internet y permitir que entren ideas nuevas y aire fresco en la agenda periodística. Pero los medios no deben olvidarse de su misión original y deben proponer temas que a veces quedan en las zonas grises y que sin un trabajo periodístico no saldrían a la luz. Últimamente parece que a los periodistas nos importa más conversar que proponer, y creo que la balanza debe reequilibrarse: Los periodistas deben conversar con los ciudadanos pero no olvidarse de seguir conversando con sus fuentes, aquellas que caben en un seiscientos pero siguen teniendo las claves de los cambios que se producen en el mundo. Y ofrecer así un producto digno por el que pedir un precio justo.

4-Conquistar audiencias sin renunciar a seducir inteligencia. Las audiencias son volátiles y cambiantes, las inteligencias seducidas se convierten en seguidores, lectores y, finalmente, clientes. Las audiencias reaccionan en blanco o negro, están dispuestas a seguir aquello que están dispuestas a escuchar, y no diferenciaran demasiado si la mercancía se la ofrece el medio X o el medio Y. La inteligencia se mueve en zonas grises, quizás minoritarias, pero hay una oportunidad de negocio para los medios que quieran poner su foco sobre los océanos grises. Los habitantes de estos océanos se fidelizan , estarán más dispuestos a entender que la buena información cuesta dinero y más predispuestos a tratar como una inversión, y no un pago, el acceso a esa información veraz y diferenciada.

A partir de estas premisas podremos empezar a construir un nuevo modelo de negocio.

jueves, 30 de junio de 2011

¿Matará Twitter a las agencias de notícias?

233 grados (ver "mi lista" a la derecha del blog) es un buen blog sobre periodismo. Por eso me he fijado en la afirmación que el responsable de su empresa editora, Mario Tascón, ha efectuado en un curso en El Escorial sobre nuevas tecnologías y medios tradicionales. La frase, que recojo de la fuente original del blog, dice así:

"Una de la claves informativas es Internet en tiempo real. Estamos viendo cómo una herramienta como Twitter, por ejemplo, está incluso empezando a desplazar a las agencias de noticias. Se puede decir que puede estar sustituyendo incluso a un medio convencional como es la radio. Al menos, para una buena parte de la gente".

Lejos de escandalizarme o indignarme, suelo abrir las orejas cuando leo o escucho algo relevante. Y aunque como periodista de agencia no me guste la música, creo que afirmaciones procedentes de personas que son un referente como él merecen una reflexión desapasionada, porque en tiempos de icertidumbre la razón es como esa bola de tenis que llega mansa a la red y puede acabar cayendo de cualquier lado de la cancha. Vayamos por partes:

1-”Una de las claves informativas es internet en tiempo real”. De acuerdo, aunque el tiempo real es sólo una cápsula de todo el tratamiento, y no la visión global del hecho informativo. Si en aquella final de Champions entre el Bayer de Munich y el Manchester United hubiéramos apagado la televisión cuando faltaban cinco minutos, hubiéramos pensado que ganaron los alemanes, sin imaginar que los ingleses remontarían con dos goles. Si Internet es tiempo real, las agencias ya hace décadas que vivimos en la era internet. Pero puedo decir, con conocimiento de causa, que si una agencia de notícias pudiera vivir de servir a sus clientes sólo del tiempo real, no sería necesario hacer resúmenes, ni crónicas, ni análisis, ni titulares destacados... que estos clientes nos piden cada vez más.

Es necesario establecer estas pausas en la narración informativa. Las notícias sueltas, aunque contengan muchos datos, son islas que necesitan relacionarse, agruparse, contextualizarse. Las notícias galopan sin freno por internet, pero la información requiere, por lo menos, de un par de gestiones de verificación para ligar un mínimo de dos fuentes. Internet cabalga a tiempo real, pero el tiempo real no es sólo lo que dice internet. Twitter relata impresiones. Las agencias relatan hechos contrastados.

2-”Estamos viendo cómo una herramienta como Twitter, por ejemplo, está incluso empezando a desplazar a las agencias de noticias”. Puede que esté ocurriendo. No me asustan estas cosas, pero creo que quienes ejercemos el periodismo de agencia tenemos que hablar más a menudo de nosotros mismos y de lo que hacemos. Hace quince años en las redacciones solía haber un artilugio llamado escáner. Por ahí se colaban radioaficionados de todo tipo, pero de vez en cuando se cruzaba alguna frecuencia interesante. La de la policía, por ejemplo, y así intuíamos -el sonido solía interrumpirse o llegaba con interferencias- si se estaba perpretando en ese momento un atraco a un banco o si se había producido una explosión en la calle x. Os aseguro que a ninguno de nosotros se nos ocurría publicar al momento: “atraco en el banco” o “posible explosión en la calle x” sin haber efectuado un mínimo de un par de llamadas, una de ellas, por supuesto, a la policía, porque ya sabíamos que escuchar “posible explosión en la calle x” no equivalía automáticamente a atentado o a explosión de gas, y que la mayoría de las veces -por fortuna- acaba tratándose de un reventón de una cañería, o incluso hasta de una olla a presión casera que espantaba a los vecinos, que a su vez avisaban a la policía.

El escáner era nuestro twitter en aquellos años, una herramienta, como acertadamente dice Gascón, pero lo que ofrecíamos -y aún ofrecemos- a nuestros clientes es información. Y eso es algo más que una herramienta.


3-”Se puede decir que puede estar sustituyendo incluso a un medio convencional como es la radio. Al menos, para una buena parte de la gente". Los periodistas de agencia decimos a veces que las palabras se las lleva el viento y que la radio puede estar dando tres muertos y luego anuncia uno y son cosas del directo, mientras que si lo hacemos nosotros automáticamente nos convertimos en un cadáver más de la notícia. Sin embargo, buena parte de lo que dije en el punto dos me sirve para la radio. Un buen equipo de informativos verifica la notícia, envía a su gente al lugar de los hechos y, en paralelo, investiga, busca en los archivos, requiere opiniones de expertos, testigos....De nuevo más periodismo.

Sí que comparto plenamente la segunda parte de la frase: “Al menos, para una buena parte de la gente”. Pero ya sabemos que esto siempre ha sido así, como siempre ha habido gente que se informaba leyendo el periódico del día anterior que el vecino dejaba en la papelera.

Pero de eso internet no tiene la culpa.

lunes, 20 de junio de 2011

¿Son caras las agencias de notícias?

Todavía oigo comentarios entre colegas periodistas del tipo ¿vais a ir a cubrir tal cosa, que no tenemos gente? o ¿vais a hacer tal foto a la que no podemos ir nosotros?

Piensan estos colegas que, si ellos no pueden cubrir tal información porque la crisis les ha dejado con los recursos a la intemperie, las agencias de noticias son una fortaleza inexpugnable en medio de la tormenta perfecta.

Ya nos gustaría.

Hay un segundo perfil de colegas que plantea las cosas desde otra perspectiva. Vienen a decirnos, más o menos: “como nuestros editores nos piden temas propios de investigación para que nos diferenciemos de la competencia, vosotros, agencias, traed muchos teletipos con las ruedas de prensa y escribid los comunicados, que eso es cosa de agencieros”...

Aunque ambas creencias partan de una buena fé, las agencias disponen de pocas tribunas para recordar, también a sus clientes, que su producto se llama información y que. aunque consumir información se considera hoy un hábito gratis, producirla cuesta dinero. Bastante dinero.

Porque no sólo cuesta dinero el periodismo de investigación, sino que cubrir ruedas de prensa sobre el terreno también requiere una inversión: desplazamientos, kilometrajes, dietas -si las hubiere- por no decir el propio hecho de que asistir a una rueda de prensa, preguntar y ofrecer un titular que será reproducido a escala google, no sólo pone en valor esa convocatoria de prensa, sino que le añade un plus de veracidad y de atractivo informativo que nunca podrá inyectar un simple comunicado repartido a miles de direcciones de correo electrónico.

¡Ah! y que no se me olvide. Esa cobertura exige una previa labor de selección entre montañas de convocatorias de correos electrónicos, una valoración y una apuesta por los temas que la agencia va a informar ese día. A esto se le llama toma de decisiones, y las escuelas de negocio imparten cada día seminarios sobre lo difícil que es tomar decisiones.

Recapitulemos: las agencias de notícias separan el grano de la paja, seleccionan los temas relevantes de la impresionante agenda mundial de eventos, cubren en primera persona esa información añadiendo un valor profesional y crítico, la distribuyen a todo el mundo y la colocan en el punto de mira de medios de comunicación, opinadores, blogueros y twitteros. Además, están realizando un esfuerzo encomiable por suplir la falta de recursos de los medios tradicionales sin revertirlo en sus tarifas.

Y, de vez en cuando, sus periodistas también obtienen primicias, que reparten a todos sus clientes por igual sabiendo que sus siglas no relucirán en una bonita página impar.

¿Realmente aún crees que son caras las agencias de notícias?

miércoles, 15 de junio de 2011

Gracias, Tom

Gracias, Tom. Gracias por hacernos reflexionar un minuto, aunque sea un sólo minuto. Gracias por recordarnos que no debemos disparar a todo lo que se mueve, aunque lo que se mueva parezca la noticia del año, el "scoop" de la década. Gracias por hacernos echar en falta que existan mecanismos de verificación de las notícias, personas de carne y hueso, de cerebro imperfecto, de pocos gybas y muchas manías, pero de mucho sentido común, capaces de formular al menos tres preguntas por cada respuesta aceptada antes de darle a la tecla "send".

"Tom MacMaster se hizo pasar por una ciudadana siria-americana lesbiana desde el pasado mes de febrero.- La semana pasada, el autor del blog fingió la detención de la protagonista de la bitácora"

Gracias. Gracias por hacernos recordar que el periodista sólo es notícia en dos supuestos: cuando te matan o cuando mientes. Puestos a elegir, yo tengo clara la respuesta. Y quizás hayan cínicos -que los hay- que añadirían un tercer supuesto: "si te pillan". A estos les diría que al final, tarde o temprano, siempre te pillan.

Gracias. Porque historias como estas dan que pensar sobre la necesidad de lo evidente: en este mundo incierto y sobreinformado necesitamos certidumbres y criterio. Gracias por poner en valor la apuesta de los medios de comunicación, de las instituciones, de las empresas, que siguen confiando en las informaciones que les suministran las agencias de notícias. No siempre serán el "scoop" de la década, pero podrán estar tranquilos de que vale la pena pagar por lo que han pagado y, lo que es más importante, de que están ofreciendo a sus clientes un producto decente.

Aunque, ¿cuántas historias como la de Tom serán necesarias para que los ciudadanos valoren, por un momento, si vale la pena pagar, aunque sea un céntimo de euro, por una notícia trabajada, verificada, contrastada...?

Pues lo dicho. Gracias, Tom.

jueves, 9 de junio de 2011

Más por menos

Los medios de comunicación necesitan de las agencias de notícias más que nunca, pero a la vez nunca más habían estado dispuestos a pagar menos por sus servicios. Las agencias deberán navegar en estos tiempos entre el coste de oportunidad de ser más necesarias para unos medios con menos recursos humanos y el coste de rentabilidad que supone que esos medios exijan cada vez más pagar menos por sus notícias.

Estamos ante una aparente contradicción, en la que el índice de rentabilidad de una agencia de notícias será la resultante entre cuánto llegar a ser de imprescindible y cual es el precio justo que considera que cuestan sus informaciones. Cualquier desviación, en un sentido u otro, puede resultar letal para su cuenta de resultados y, por ende, para un cierto periodismo que aún conserva lo mejor del código de conducta de la profesión tal y como se plantea en una sociedad democrática.

Así que nos piden más por menos, y aunque no soy de ciencias, me parece que el resultado de esa multiplicación siempre daba menos. ¿Con menos recursos? ¿Con menos notícias? ¿Con menos beneficios?

Pero aunque vengo del periodismo económico he aprendido que en Periodismo las ciencias no siempre son exactas, y no siempre un "Más por menos" es gual a menos. Creo que para responder al "Más por menos" que nos piden nuestros clientes tradicionales -los medios de comunicación pre-internet- éstos deberán asumir que las agencias deberán fondear en aguas por las que no estaban ni se les esperaba, como el cliente final, los nuevos medios nativos digitales, las empresas -y no sólo las grandes- las oportunidades de la información bajo demanda, la venta de notícias mediante intermediarios y agregadores de contenidos, los servicios a la carta...

Y las agencias deberán empezar a comprender que habrá que hacer un poco menos para los de antes y un poco más para los que vienen, y acostumbrarse a un mercado cada vez menos cautivo y más troceado, donde para ingresar lo que ingresaba antes deberá tener doscientos clientes donde bastaba con cincuenta...y donde para ganar un poco más deberá olvidarse de vender únicamente servicios completos para pasar a vender noticia a notícia; eso sí, cada una envuelta como un caramelo de diseño, o en paquetitos con lazos de colores que piden "ábreme", o como esas capsulitas de café que a uno le hacen creer que se parece a George Clooney.

Y -aquí va lo difícil, pero inevitable- no avergonzarse de colocar el cartel de "notícia patrocinada por" junto a la información contrastada y generada por sus propios periodistas, porque la credibilidad no se mancha con la publicidad si a ésta el periodismo le marca con nitidez sus fronteras, sino que se mancha cuando la publicidad, sea en forma de propaganda corporativa, de promoción de un producto cultural o de manipulación política, se destila sutilmente entre las líneas de un teletipo, intentando hacer creer que estamos hablando de verdadera información cuando sólo se están arreglando los puntos y las comas de un comunicado.

lunes, 30 de mayo de 2011

Los que se quedan

¿Para qué sirven las agencias de notícias? La pregunta se ha convertido en un mantra en la era internet, donde, para desgracia del sector, hay pocos "gurus" que prediquen sobre este medio de comunicación. Los periodistas son anónimos, no tienen el glamour de una foto al lado de una bonita columna, apenas se les invita a debates, tertulias -gritamos poco, pensamos mucho, y pensar no hace ruido, debe ser por eso-

Pero de vez en cuando encuentras respuestas sencillas, claras, evidentes, que reflejan en pocas palabras ¿Para qué sirven las agencias de notícias?. Una respuesta así encontré el otro día en una entrevista en La Contra de La Vanguardia al videoperiodista Raúl Gallego:

"¿Quién deja un trabajo de plantilla en TV3 para irse a una agencia, donde no firmas nunca para cobrar lo mismo? Raúl Gallego. ¿Y por qué? "Para que mi trabajo tenga eco global: si consigues las mejores imágenes para una agencia como AP, la noticia dura más en las televisiones de todo el mundo y llega ayuda que salvará vidas"

El eco global. ¿Puede algún medio conectar mejor con la era internet? Gracias por la reflexión, colega.

Por cierto, la entrevista es una delicia:

domingo, 2 de enero de 2011

Las únicas gratis que los diarios pueden permitirse

Las únicas noticias que los periódicos pueden permitirse ofrecer gratis son aquellas por las que ya han pagado; es decir, las noticias de agencia. Señores de la prensa: olvídense de hacer trabajar a sus mejores hombres para que compitan con los agencieros. Acabarán escribiendo lo mismo y pagándole lo mismo. Mucho más, por supuesto, que lo que le pagan al agenciero. Pongan a sus mejores redactores a investigar, a sacar temas propios que otros no tengan...y cobren por ello, sin reparos, que el buen periodismo es la única fórmula que atraera la publicidad cuando ésta regrese. Y den gratis las noticias de lo que pasa, las que dan las agencias, que para eso ya
pagan por sus servicios. En definitiva, den gratis lo que pasa y dedíquense a cobrar por explicar por qué pasa. No hagan de agencieros porque si no las agencias harán de periódicos. Y no tendrán dinero para competir por tener a un tipo en donde no está pasando nada y se está por si acaso ocurre algo para que, entonces, acaben enviando a su gente.

Teletip@os (Teletipo nómada)

Porque busqué por ahí un blog que sólo hablara de agencias de notícias.



teletipeando

Explicar historias complejas con fórmulas sencillas. Escribir menos sin dejar de explicar más. Calidad = credibilidad