domingo, 16 de octubre de 2016

Dos razones por las que creo –y necesito- comprar periódicos



Ya hace tiempo que cuando alguien se cruza con uno de los nuestros lo primero que te preguntan es: ¿Crees que desaparecerán los diarios de papel?


A base de fabricar respuestas más o menos improvisadas en los últimos ocho años, he llegado a sintetizar dos razones –seguro que hay muchas más- por las que creo que los periódicos no sólo tienen asegurada su existencia por una generación –la de quienes aprendimos periodismo leyendo en papel- sino que seguirán ahí por mucho tiempo, quizás no tanto por méritos propios como por deméritos del periodismo digital.


¿Deméritos del periodismo digital? Bueno, digamos que las circunstancias socioeconómicas no ayudan, pero eso lo explica mejor Ernesto Hernández Busto en un artículo publicado recientemente en El País con el título “El periodismo fantasma”.http://elpais.com/elpais/2016/09/16/opinion/1474035906_009562.html


Pero aún a riesgo de que me acusen de periodista vintage, aquí tienes mis dos razones para seguir creyendo (y lo más importante, necesitando) los periódicos en papel.


1-El diario de papel es todavía el mejor organizador de noticias que conozco. Un periódico jerarquiza y organiza la información de manera que te permite, en un vistazo, comprender el latido de fondo de las cosas que pasan en el mundo. Cuando busco lo mismo en un diario digital veo muchos titulares bailando ante mis ojos como si fuera una caja de bombones en la que cada pieza compite por el color más brillante. Además, ese mosaico digital está lleno de ladrones de tiempo que, indefectiblemente, atraen mi mirada en la misma medida que me nublan el conocimiento:  el último posado de la celebridad –o el celebridad- en una playa de las Bahamas, la última frase más o menos estructurada del concursante del concurso de turno, el último truco para comer suchi con elegancia, la boa contrictor que aparece del fondo de la taza del wáter…. Exactamente, las noticias con más clicks del barrio y que –somos humanos- acaban en más de una ocasión venciendo mi curiosidad y alejándome de mi propósito incicial, ese que busco en un periódico: ver qué está pasando de verdad importante en el mundo.

 

2-Pero la incapacidad –al menos por mi parte- de visionar la realidad –digo realidad, no actualidad- en un diario digital sin caer en mil laberintos y reclamos que distraen mi atención no es exactamente lo que más me lleva a considerar aún necesario que existan diarios de papel. Esta cuestión puede y seguramente será subsanada a medida que el periodismo digital retome su sentido profesional y sepa aislarse y discriminar el tumultuoso ruido de las redes sociales.


Lo que más me preocupa es algo más sutil y que sí creo que está desvirtuando el sentido más noble del periodismo: informar y trasladar a sus lectores una visión plural, equilibrada y democrática de los hechos que conforman la realidad. Concretando: cuando uno busca en el mosaico digital artículos de opinión, tiende –repito, somos humanos- a pinchar aquellos articulistas que, de una forma u otra, reafirman tus propias convicciones. ¿Ves como tengo razón?  Y no cabe duda que el hecho de que alguien con nombre, apellidos y tribuna mediática te conceda la razón crea una agradable adicción…. 


Pero también tu mirada se hace más pequeña, tu visión más estrecha y tu baremo personal de  calidad democrática un poquito más pobre. Al menos los periódicos –los periódicos bien hechos- te ofrecen –ya lo sé, cada día menos- visiones contrapuestas sobre un mismo tema, artículos que no comparten la línea editorial y que, aunque parezca contradictorio, no trasladan al lector más confusión, sino un punto de vista diferente, una ventana abierta que te invita a ponerte en la mirada del otro. No me diréis que eso no contribuye a ir ganando, pasito a pasito, página a página, un poco más de calidad democrática en el mundo.


Hoy por hoy –y es un reto de los periodistas revertir esta situación- los clicks son como aquellas pedradas sin sentido que arrojamos al río para generar más ondas y que de vez en cuando le golpean a alguien en plena cabeza. Con un papel aún podemos construir barcos que se adentran a navegar, a explorar y a descubrir siempre algún detalle nuevo cuando las aguas dejan de removerse y vuelven a ser transparentes.

 




No hay comentarios:

Teletip@os (Teletipo nómada)

Porque busqué por ahí un blog que sólo hablara de agencias de notícias.



teletipeando

Explicar historias complejas con fórmulas sencillas. Escribir menos sin dejar de explicar más. Calidad = credibilidad